Vivimos en días que son y serán de celebraciones. No basta que llegue Navidad o Año Nuevo para que la comunidad ya esté festejando, simplemente, por la finalización de este 2015, que pudo ser bueno o malo, pero que igualmente invita a un brindis. A ello se suman los paseos de fin de año, los intercambios de regalos y otras actividades, además de las cenas de fin de año. Y en la mayoría de estos eventos se consume alcohol en mayor o menor medida.
Para muchos resulta muy agradable compartir de esta forma, con un consumo racional de alcohol, pero a diario conocemos casos e historias de personas que van más allá de lo razonable con la bebida y definitivamente terminan consumiendo mucho más de lo debido. Esto genera muchos problemas. Desde la propia condición de borrachera en cuanto a las acciones que se cometen y que tienen consecuencias para la misma persona, hasta aquellas que tienen que ver con el prójimo.
Y es que, por ejemplo, consumir alcohol y conducir no es algo que sólo influya a quien adopta esta conducta, sino que tiene implicancias para con otros. Porque en un muy grande porcentaje de las situaciones hay más de una persona involucrada en un accidente.
Porque los pasajeros de un vehículo también son víctimas y pagan muchas consecuencias, a veces tantas más que los choferes que eventualmente pueden sufrir. Se debe recordar que hoy en Chile existe tolerancia cero respecto a la conducción con alcohol en la sangre y paradójicamente, Arica registra altas cifras de conductores que manejan luego de beber. Pero no sólo la conducción es riesgosa. Hay muchas otras acciones que con el alcohol en las personas se transforman en un peligro. Una discusión que sin consumo es solamente una diferencia de ideas, con alcohol puede llegar a convertirse en una riña con consecuencias fatales. Hay personas pacíficas y amables que con alcohol se vuelven violentas e irascibles. El consumo de alcohol forma parte de nuestras realidades y no cambiará, pero sí puede variar la cantidad que se consume y la ocasión en que se hace. Esto marca una significativa diferencia.
Villancicos y soliloquios
No existe mejor época para evocar y aflorar los siempre gratos y aunque escurridizos sentimientos de fraternidad, de los valores de la bonhomía y de la introspección hacia el espíritu, que la festividad de la Navidad. Sin duda que lo real y positivo es que en esta fecha emerge lo mejor del Hombre y en ello brota su esencia.
Ahora, dentro de la cultura de los pueblos cristianos ha existido una tradición, basada en construcciones poéticas y musicales de estructura sencilla, cuya existencia data de tiempos remotos cercanos al siglo XIII que son los llamados villancicos, cuyo origen si bien es cierto no tuvo contenido religioso, pues reflejaban la vida en las villas a través de canciones simples que narraban sucesos cotidianos, con el tiempo tomó fuerza la idea de relatar o recrear en estas canciones el acontecimiento de la Navidad.
Uno de éstos -ya afianzada la costumbre de interpretar cántico navideños- fue la canción "Noche de Paz", la más emblemática canción navideña mundial, que fue compuesta en Austria en 1818 por el sacerdote Joseph Mohr y el organista Franz Gruber, la que ha sido traducida a más de 300 idiomas en todo el mundo e interpretada profusamente, incluso en conflictos bélicos, como la tregua de Diciembre de 1914. en plena Primera Guerra Mundial.
Otra manifestación del arte, en esta temática son los soliloquios, reflexiones en voz alta y a solas. Conocidos son los "Soliloquios de Belén" del escritor italiano Giovanni Papini (1881-1956). Tal como en los villancicos, este autor recrea con simpleza y gracia los distintos puntos de vista con que cada narrador cuenta el nacimiento.
Hemos conocido más de estos soliloquios, por la difusión año a año ha puesto en el aire radio "El Conquistador", cuya dirección, con mucha visión y acierto, ha conservado celosamente las grabaciones de Lorenz Young, desaparecido locutor principal de esa emisora, que recreó estos nueve monólogos. Verdaderamente un gran aporte al espíritu de la fiesta que culmina el día de hoy.