Al contrario de lo que se piensa, las personas arriesgadas son las que tienen un mayor desarrollo de materia blanca, la red neuronal diseñada para analizar y transmitir información de una manera coherente y eficaz al cerebro, según una investigación desarrollada por la Universidad de Turku, Finlandia, y la Fundación SINTEF de Noruega.
El hallazgo se realizó gracias al análisis del cerebro de hombres jóvenes, mientras participaban en un juego de conducción en el que debían tomar decisiones arriesgadas. Las dos técnicas que se usaron fueron la de resonancia magnética y la toma de imágenes de tensor de difusión, que permitieron medir las correlaciones estructurales en el cerebro relacionadas con la activación de comportamientos de riesgo.
A partir de tests psicológicos, estos hombres fueron divididos en dos grupos: los que asumían pocos riesgos y los que asumían riesgos importantes.
"Esperábamos que los jóvenes que pasaban mucho tiempo decidiendo qué hacer en una situación de riesgo tuvieran más desarrolladas las redes neuronales", dijo Dagfinn Moe, uno de los autores del trabajo.
Sin embargo, el proyecto científico reveló lo contrario. Las imágenes captadas mostraron grandes diferencias en lo que se denomina materia blanca. Quienes tomaron las determinaciones más pronto, fueron capaces de evaluar la situación y optaron por conducir con seguridad. La explicación radica en que los jóvenes activos buscan retos, tanto por curiosidad como por ganas de experimentar. Con esta actitud alcanzan un sentido de dominio sobre su entorno.