A sólo seis días del clásico entre San Marcos y Deportes Iquique, programado para el domingo a las 19 horas (puede variar el horario), ambos comienzan a jugarlo como en un tablero de ajedrez.

La vieja táctica de anunciar que tal o cual jugador está lesionado, pone incertidumbre sobre cuáles serán las formaciones de ambos equipos.

En el vecino puerto ya se quejan que el goleador Manuel Villalobos y el volante Mathias Riquero, están entre algodones por diversas dolencias y son duda para el domingo.

Sin embargo, todo hace pensar que tras el receso por las eliminatorias para el mundial de Rusia debieran recuperarse y ser de la partida en la oncena del Pillo Vera, entrenador que comenzó a bailar con la bonita, luego de la goleada a la U.

Por el lado del equipo del santo, se preparan con todo y hasta con pintura de guerra, porque algunos integrantes participaron en el juego del paintball disparando a sus objetivos con certeza y de paso afinando la puntería.

En la tienda celeste se recupera el volante Sebastián Rivera al cual la hinchada lo ha echado de menos en la zona del mediocampo.

Los Bravos de Arica a pesar de la lamentable goleada sufrida ante la U. Católica en la pasada fecha y sólo rescatar 1 punto de nueve en los tres últimos partidos, no pierden la fe de meterse en la liguilla copera.

En su última conferencia de prensa, el ayudante técnico, Alejandro Hisis, manifestó que en los partidos que restan esperan rescatar una buena cosecha de puntos.

Por un lado, buscan alejarse de los equipos que vienen detrás arremetiendo y porqué no soñar con alcanzar un cupo para la liguilla.

A San Marcos le queda jugar con Iquique de visita; Audax en el Dittborn y con Palestino en Santiago. J