Los rezagados del plomo: la larga espera de Cerro Chuño
Mientras Arica duerme tranquilo, un grupo de familias del Cerro Chuño sueña con no morir esperando su erradicación del sector afectado por la contaminación del plomo.
Pasar una noche en aquella población del lado norte de la ciudad permite entender, en parte, el abandono que viven hoy aquellos ciudadanos que por uno u otro motivo no han sido relocalizados en un terreno libre de contaminación, tras décadas de espera.
Bolsas de basura tapando los hoyos de la principal calle Morrillos son el recibimiento visual de Cerro Chuño, lugar del que cientos de hogares han sido desalojados para trasladar a sus habitantes a nuevas viviendas, pero todavía quedan 258 familias que diariamente tienen que convivir con ratones, animales abandonados, autos robados y quemados, drogadictos paseándose a toda hora por las calles, entre otras muestras de un barrio que solo refleja un progresivo abandono.
PULGAS Y GARRAPATAS
Pulgas, garrapatas y baratas, más las toneladas de basura acumulada en las calles son una constante en el interior de aquellos hogares que han luchado durante años por un traslado rápido. La idea, afirma un convencido Felipe Mena es "salir de esta población antes de morir".
Con 24 años, Mena ha visto desde los 14 "como nos han prometido miles de cosas. A algunos dirigentes que ya se han ido y han llegado de manera circunstancial a este sitio les han dado hasta dinero, mientras que los que somos dueños de las casas seguimos esperando sin dinero alguno en los bolsillos tener una vida más digna y lejos de la polución".
Mena es un luchador y por años ha debido afrontar la vida sólo con su hermana, debido al fallecimiento de su madre cuando él solo tenía 14. Es esta misma vida dura en el Cerro Chuño la que le ha enseñado a no creer en nadie y soñar que junto a su almacén no morirán en la espera de la erradicación.
"Mi papá se fue y me quedé solo con mi hermana cuando mi madre murió. Y desde que soy niño que nos están erradicando por los polimetales, tema que lo encuentro un poco manoseado y una gran mentira, porque si fuera por salud ya debiéramos estar fuera de acá".
AÑOS ERRADICADOS
Mena agrega que este tema de la erradicación "viene hace años, imagínate que en 1996 nos entregaron las casas y al otro año ya sabíamos que algo andaba mal en estos terrenos, sin embargo tras los estudios que arrojaron el daño que nos provocaba este aire tuvieron que pasar décadas para que nos sacarán del sector. A esto hay que sumarle que aún viven familias en un barrio ariqueño 'contaminado', por lo que creo, sinceramente, que esta erradicación 'por Ley' pasa por otros intereses".
Elizabet también lleva toda una vida en Cerro Chuño y agrega "que en el año 1998 nos hicieron unos exámenes que nunca supimos sus resultados y al final la respuesta de la autoridad fue que se perdieron. En ese tiempo había montañas de plomo y los niños jugaban y nadie sabía que el material acopiado era tóxico, hasta que el programa Contacto de Canal 13 reveló la realidad de acá".
Así como Mena y Elizabet hay cerca de 258 hogares aún habitados en el sector.
La Estrella buscó respuesta en la Seremi de Salud por el tema de los afectados por polimetales, sin embargo la respuesta nunca llegó.
El mismo Mena afirma que a las posibles enfermedades se le debe sumar una "población abandonada y muchas de las casas que han sido desalojadas están volviendo a ser ocupadas por personas que no tienen donde vivir, lo cual ha traído más problemas que soluciones a un sector que ya estaba complicado".
258 familias
Desde el Servicio de Vivienda y Urbanización (Serviu) explicaron que "para dar cumplimiento con la Ley era necesario relocalizar 879 viviendas, quedando solo pendiente ejecutar un proyecto para 258 familias, el cual ya se encuentra en proceso de obtener el permiso de construcción por la Dirección de Obras Municipales de la Ilustre Municipalidad de Arica".
Agregaron que "a la fecha se encuentran otorgados la totalidad de subsidios correspondientes a las 875 viviendas ubicadas dentro del perímetro de intervención definido en la Resolución".
Sin embargo, el actual director del Serviu, Juan Arcaya tiene claro el panorama que se vive en el noreste de Arica y reconoce fallas. "Yo entiendo que no hubo una planificación muy exhaustiva de cómo llevar a cabo la relocalización, porque si ves la constitución de los comités, la asignación de subsidios y los compromisos de relocalización, éstos no muestran un orden, lo cual no permitió que la relocalización fuera sistematizadamente ordenada, lo que hubiera permitido ir demoliendo los sectores en conjunto", manifestó.
Agregó que "en la primera etapa de relocalización ya quedaron abandonadas 226 casas que no fueron demolidas por una decisión, que en su momento fue de tipo política, por lo que claramente ya son 226 complicaciones más en términos sanitarios, posibles tomas, e inseguridad que se vive hoy en Cerro Chuño".
la dejaron tirada
El actual director del Serviu explicó que "en abril de este año entregamos 376 viviendas y ya estamos enfrentando un proceso de demolición del sector Morrillos, que son como 400 viviendas. Pero estamos claros que lo que se produce allí es una situación de abandono, y voy a ser bien responsable con esto, porque en su momento cuando se dijo que estas familias iban a ser relocalizadas se dejó de invertir en aquel sector y tú puedes ver hoy la falta de luminaria, problemas de retiro de basura oportuna, entre otros problemas".
PDI Y LA SEGURIDAD
Las policías saben que muchas casas del sector que deberían estar demolidas son ocupadas por personas que no son propietarias. Es por esta razón que Carabineros patrulla todo el día el lugar. De hecho, son ellos mismos los que cuentan que tras la intervención de la PDI en Cerro Chuño el barrio ha gozado de mayor tranquilidad.
Y fue el mismo comisario encargado del operativo, Darwin Herrera, quien comentó que tras las denuncias de los propios vecinos del sector "nosotros decidimos intervenir profundamente el Cerro Chuño".
"Tomamos las inquietudes de la población porque hace un tiempo a la fecha se generaron muchas denuncias, y los temas eran variados; hurtos, microtráfico, ataques a Carabineros entre otros, por lo que como inteligencia de la PDI decidimos intervenir el sector, para bajar los niveles de inseguridad que hasta ese momento había en los pobladores".
Viviendas sin gente
Luego de la intervención la PDI pudo constatar en terreno que las casas abandonadas son parte importante del problema en la seguridad del sector.
"La persona que compra un pito o un cigarrillo artesanal se lo fuma en la esquina, y esto genera mucha sensación de inseguridad en la comunidad.
A esto hay que sumarle el tema de Polimetales que tiene la población, o sea una casa por medio está abandonada, y esto hace que un foco importante de sujetos se quedan ahí para consumir drogas o sino para ocuparla como lugar de ventas de estupefacientes". J