Un viaje hacia la libertad en un colorido furgón
Con diferentes profesiones y oficios, un grupo de 10 personas iniciado por Gato y Zees, decidieron dejar todo lo material y las comodidades para sentir la libertad de aprender en un viaje sin retorno, donde el arte en sus diferentes expresiones, es el medio y el fin en esta travesía.
Hace dos meses y medio vienen recorriendo Chile desde la Quinta Región en un furgón escolar pintado con sus propias ilustraciones, con la idea de aprender, sentirse vivos y llegar a México a adquirir más conocimientos artísticos.
nuevo estilo de vida
Camilo, más conocido como Zees, es diseñador gráfico, pero su oficio son los tatuajes. Espera poder llegar a Colombia para hacer un seminario en su ocupación artística, pero además espera poder encontrar un trabajo en centro América o Europa, "por eso saqué el pasaporte antes de salir del país".
El joven explicó que la intención de esta aventura fue desprenderse de todas las comodidades y darle pelea al sistema, "el sistema siempre te quiere tener esclavizado trabajando de lunes a viernes con dos semanas de vacaciones en el año. Hasta ahora nos ha ido bien, hemos conocido harta gente, hemos trabajado y pintado varios murales".
Pero fue David, más conocido como Gato, quien organizó este viaje con su pareja y varios amigos que se sumaron dejando de lado trabajo y estudios para empezar a vivir de otra manera, "vivir de lo necesario. Lo que ganamos lo ocupamos para comer y para echarle petróleo al auto, no necesitamos nada más. Ahorramos para poder comprar pinturas y cosas así para seguir trabajando", explicó.
Este viaje y este cambio se lo toman con seriedad, incluso David, se encuentra acompañado de su hijo de 4 años, a quien sacaron hace dos del jardín para darle una educación personalizada. "Las cosas que hacemos nosotros nos dan el tiempo de estar con él. El Luciano es súper habiloso y tiene otro concepto de la vida".
En el furgón van ocho adultos y dos menores de edad. Hay asistentes sociales, diseñadores, cineastas, entre otros profesionales que dejaron de lado la estabilidad que brinda un trabajo de oficina para vivir del arte, mientras aprenden y exploran el mundo.
estudio de arte rodante
Los jóvenes buscan recorrer Latinoamérica en un furgón escolar adaptado a su nuevo estilo de vida.
Gato explicó que con su pareja postuló al subsidio de vivienda y al no salir dentro de los beneficiados, decidieron ocupar ese dinero en comprarse el vehículo y comenzar de una vez por todas su anhelado viaje.
Los integrantes de este viaje cultivan diferentes tipos de arte, tales como música, pintura, orfebrería y teatro. "Estamos haciendo una obra de kamishibai, que es teatro para niños -en formato pequeño que se maneja con títeres-. Los chicos lo tienen listo y están practicándolo. Se trata de la historia de un perro, similar a la de nosotros. Él tenía dueño y lo abandona, se encuentra con otros perros y se da cuenta que estaba adoctrinado y comienza a recuperar la libertad".
En Copiapó y en Arica, estos jóvenes han dejado su marca, con cuadros que embellecen los muros y es tal su pasión por esta gama del arte, que aunque no les paguen por hacerlo, pintan con motivación. "En Chile hay gente que le gusta y valora el arte callejero, pero creemos que afuera hay muchas más oportunidades para nosotros".
Sin retorno
Al consultarle a los jóvenes qué esperan con este viaje, su primera reacción fue decir que nada, ya que consideran que se trata de un viaje sin fin.
"Si alguna vez dejamos de viajar en la van, yo seguiría haciéndolo a pesar de que todos nos separemos. Agarraría a mi hijo y pareja para vivir así. Creo que nunca terminaremos de viajar. Yo siento que estoy viviendo, que no tengo ninguna amarra, me siento libre y no esclavo de nada. No hay ningún jefe, vivimos de lo que nos gusta y nos ha ido súper bien, experiencias bonitas de aprendizaje", comentó el joven, que de profesión es cineasta y que en este viaje vive de la pintura y la música, tocando el saxofón.
Se les podría calificar como "hippies", pero ellos no les gusta esta clasificación y en verdad ninguna, "hay cosas que no tienen explicaciones lógicas o técnicas", dijo Zees mientras terminaba de pintar un búho en un muro de calle San Marcos frente al Colegio Integrado. J