Los pacientes hijos del corazón que esperan por una familia
O svaldo y Francisca son casados hace 16 años. Han intentado por diversos métodos tener un hijo, pero este proceso, lamentablemente, no ha llegado a buen térmi no. Francisca una vez quedó embarazada y a los 5 meses perdió, por causas naturales, el bebé que gestaba. Ninguno de los dos es infértil, pero otros motivos médicos no les han permitido el ser padres espontáneamente.
Un día decidieron conversar y tomaron la decisión de comenzar el proceso de la adopción.
"Nos dimos cuenta que los dos ya habíamos pensado en esto de forma personal, pero ninguno se había atrevido a decirlo. Luego se lo comentamos a nuestros familiares más cercanos y ellos nos apoyaron cien por ciento", cuenta Francisca.
Iniciaron el proceso de adopción en abril de 2014 en un taller informativo del Sename de la región de donde son oriundos.
Se acercaron a las oficinas del Sename para interiorizarse sobre cómo funciona el proceso de adopcón, realizaron el taller inicial, luego pasaron la evaluacion sicológica y socioeconómica. Desarrollaron una autobiografía, sus amigos y familiares enviaron cartas de recomendación, recopilaron sus antecedentes médicos y, finalmente, obtuvieron el certificado de idoneidad emitido por el Sename. Después de esto, Osvaldo y Francisca comenzaron el proceso de espera de un niño que estuviera susceptible de adopción. En ese periodo, la pareja desarrolló una secuencia de talleres sobre cómo enfrentar la adopción del rango de edad que habían elegido que, en este caso, fue de 0 a 5 años.
Aprendieron sobre el apego, el manejo de las pataletas y conocieron a otras familias que estaban en el mismo proceso que ellos.
Hasta que en mayo de este año les avisaron que en Arica existía un niño de 3 años, llamado Bastián, que estaba susceptible de adopción.
La alegría de Osvaldo y Francisca fue inmensa y comenzaron a enviarle fotografías de ellos al terapeuta de Bastián para que el niño los fuera conociendo y adaptando a lo que sería su nueva familia.
Se conocieron por web cam y el miércoles pasado se vieron cara a cara por primera vez.
"Nos recibió llorando. Estaba jugando con su terapeuta con unos autos y camiones que le gustan a él. Lo vimos y nos tiramos al suelo a jugar. Se fue calmando de a poco hasta que ya se dio con nosotros. Sabíamos que su personalidad era así, que no se da con facilidad. Fue un recibimiento con cautela. El segundo día ya quiso quedarse con nosotros. Hemos hecho distintas actividades ahora ya nos dice papá y mamá y se va a vivir con nosotros", cuenta Francisca emocionada.
La pareja cuenta que los especialistas del Sename les recomiendan que, a partir de los 7 años, se les comience a explicar a los niños que "son hijos del corazón y no del vientre".
Desde el momento en que los niños son entregados al Sename se guarda la información en forma anónima (sin conocimiento de los padres adoptivos) de los orígenes del menor, quien puede solicitarlos en cualquier momento de su vida para "cerrar su círculo".
Luego de la adopción, se realiza un seguimiento donde se desarrollan recomendaciones a la familia en el proceso de crianza.
"Para nosotros la adopción es un acto de amor y falta de egoísmo. Ahí se ve realmente el amor que uno puede entregar mucho mas allá de si nació de nosotros o no. Ojalá más familias se atrevan a adoptar y también se incentive la adopcion de niños un poco más grandes, ya que son la mayoría de los que están en el Sename", asegura Osvaldo.
REQUISITOS
La adopción es una medida de protección a la infancia por excelencia, que busca velar por el derecho de todo niño o niña a vivir y desarrollarse en el seno de una familia, que le brinde afecto y le procure los cuidados necesarios para su crecimiento espiritual y material, cuando no pudo ser asumido por su familia de origen.
El director regional del Sename, Mauricio Muñoz, comenta que pueden ser familias adoptivas los matrimonios chilenos o extranjeros con residencia permanente en Chile y los matrimonios chilenos o extranjeros residentes fuera de Chile.
"Las personas solteras, viudas o divorciadas, chilenas con residencia permanente en Chile. En caso de personas casadas, deben tener más de dos años de matrimonio, salvo que se acredite infertilidad".
Deben tener más de 25 y menos de 60 años de edad, existir una diferencia de al menos 20 años entre adoptantes y adoptado. Los futuros padres deben ser física, mental, psicológica y moralmente idóneos, lo que se acredita, a través de un proceso de evaluación.
Desde el 2008 a la fecha la Unidad de Adopción de Arica, ha entregado 118 niños (as) en adopción nacional e internacional.
AL EXTRANJERO
Las adopciones internacionales realizadas en la región han sido con países como Italia, Noruega, Francia y Alemania. Los rangos etáreos de los niños que se fueron a adopción internacional, es desde los 4 años, 7 meses hasta los 10 años, incluyendo además pares de hermanos.
Los tiempos de espera, para tener un hijo adoptivo van a depender de las expectativas y exigencias que tengan las personas interesadas, es así que la espera para un matrimonio que es estricto en señalar el sexo y la edad de su futuro hijo, será mayor que aquel que desee adoptar un niño o niña mayor de 4 años.
El gran dilema que actualmente posee el Sename es que del total de niños que aún espera una familia, el 80% tiene más de 4 años, éste es un grupo muy poco considerado por quienes postulan a la adopción en nuestro país.
De cada 10 niños que fueron adoptados durante el último año, solo dos tenían más de 4 años.
Paola Arellano, encargada de adopción de Sename Arica, asegura que "estos niños necesitan padres que los lleven a la playa, los consuelen cuando se caen, los acompañen en su primer día de clases. Ellos necesitan y desean ser parte de una familia, por eso para nosotros es tan importante que las familias se interesen en niños mayores".
Por esta razón, Sename enfatiza una campaña nacional para difundir la adopción de niños mayores de 4 años, a objeto de restituir su derecho a vivir en familia y mantener su arraigo nacional, puesto que si no existen matrimonios chilenos interesados en su adopción, es postulado al área de adopción internacional, en el que Chile a través del Convenio de La Haya, realiza adopciones con países como Italia, Francia, Alemania, Noruega, España y Nueva Zelanda.
El perfil de los matrimonios extranjeros que adoptan niños chilenos son parejas de los 40 a 50 años de edad, clase media, presentan estudios superiores y ambos trabajan. El plus que tiene la adopción internacional es que le ofrece oportunidad a niños desde los 5 hasta incluso 10 años, de ser incorporado a una familia, oportunidad que claramente ellos no tienen en Chile.