Pasada las 10 horas de ayer llegó la selección chilena al Monasterio Celeste, recinto ubicado en Requínoa, y donde durante una semana la "Roja" se preparará para la Copa América.
Con 13 jugadores ya integrados a los entrenamientos, el técnico Jorge Sampaoli ordenó una suave práctica matinal y para la tarde se comenzarán a intensificar los trabajos.
Y como era de esperar, expectación hubo a las afueras del complejo que pertenece a O'Higgins de Rancagua, pues varios requinoanos llegaron al lugar para ver al elenco nacional.
Sin embargo, la sorpresa fue mayor para los habitantes de la comuna que pertenece a la Sexta Región, ya que nunca pensaron que el acceso a ver las prácticas estaba prohibido para los hinchas.
La molestia de los lugareños del sector Santa Lucila era mayor, debido a que a diferencia del técnico de O'Higgins, Pablo Sánchez, quien permite la entrada a algunos de sus entrenamientos durante la semana, el DT casildense negó el ingreso a los fanáticos.
Así por lo menos se desprende de las palabras Luis Posa, quien junto a su hijo Alexis, llegó a las ocho de la mañana al acceso principal, el que está resguardado rigurosamente por cuatro carabineros, quienes exigen un salvo conducto para cruzar hacia el interior de las parcelas.
Y no sólo ese sector estaba custodiado, también los diferentes accesos al recinto. Por ejemplo, para la zona de la cancha principal son seis los guardias encargados de permitir el acceso sólo a personas autorizadas.
"Estamos todos muy molestos con la decisión de este entrenador. Siempre nos imaginamos que tendríamos algunos minutos para ver a los jugadores", dijo Posa. J