El milagro educativo de los niños de Chaca en el Simce
Jennifer, Christian y Judith son los únicos alumnos del 5to año de básica de la Escuela G-55 de Chaca y tienen la particularidad de haber sacado 306 puntos en la prueba Simce de lenguaje (cuarto a sexto básico), que los posicionó como los mejores a nivel regional.
Ellos son parte de los 28 estudiantes del establecimiento que en el 2002 tenía un solo alumno y que hoy ven como el milagro de la educación brota hasta en los valles más lejanos.
Ellos tomaron el logro con mucha humildad, pese a que diariamente deben viajar desde sus casas, en algunos casos hasta 28 kilómetros y estar desde las 7:45 hasta las 15 horas en la escuela.
Sin embargo, esto no ha sido impedimento, pues además estos alumnos llevan cuatro años marcando un récord: tener un 99% de asistencia a clases, que refleja la responsabilidad de los padres, ante la educación de sus hijos.
Los menores tienen claro el camino a seguir: llegar a la universidad y convertirse en profesionales.
En su escuela, cuentan con cuatros profesores en la modalidad unidocente y dos más que imparten clases por horas como inglés y religión.
Una es las particularidades es que tienen un computador por alumno para acceder a internet y recoger el material para las clases y los trabajos. El único inconveniente dijeron los menores es la necesidad de tener más compañeros con quienes compartir.
ALUMNOS
Jennifer Mamani tiene 6.5 de promedio y es parte de los tres alumnos de quinto básico. "No me cuesta mucho el lenguaje, aunque me gustaría estudiar medicina cuando grande. En realidad me gusta el lenguaje y las matemáticas", aseguró Jennifer. "El único problema es que nos gustaría tener más compañeros para jugar y compartir, somos muy pocos", aclaró la puntaje regional del Simce de lenguaje.
Judith Mamani tiene un 6.0 de promedio general y junto a sus compañeros lograron el puntaje más alto en el Simce de lenguaje. Aunque no tiene definido una carrera a futuro, "me gusta mucho la asignatura de inglés". Judith, como gran parte de sus compañeros de la escuela de Chaca, hace un doble esfuerzo pues debe recorrer -la pasa a buscar un bus a diario- 28 kilómetros para llegar a sus clases, los mismos que debe hacer para el regreso por la tarde hasta Vítor. Todo un mérito para sus padres y profesores, ya que además tiene un 99 % de asistencia, al igual que sus compañeros.
Cristian Soto, otro de los mateos de la escuela de Chaca dijo que, "me gustaría estudiar medicina en la universidad. Me gustan los deportes y el lenguaje", explicó el menor.
PROFESOR
Hugo Cerda, lleva 8 años en la escuela de Chaca y es el profesor encargado quien aseveró que, "la educación tiene tres pies: los apoderados, los profesores y los alumnos. Aquí todos están unidos y este ha sido un logro regional y también nacional. Creo que la educación municipal trabaja con la diversidad, lo que nos entrega placeres como tener estos puntajes".
Cerda explicó que la escuela es unidocente, "donde trabajan todos en una misma aula desde primero a sexto básico", dijo agregando que, "aquí hacemos de todo. Soy el hombre de la orquesta, pero a la vez tenemos el apoyos de técnico pedagógico (ATP) del SEP que es un apoyo para los niños con problemas económicos".
El profesor que la modalidad unidocente tiene su desventaja. "Es el poco tiempo para cada uno de los niveles, aunque la escuela ha tenido un crecimiento de más de mil por ciento", manifestó Hugo Cerda, tomando en cuenta que el 2002 tenía un alumno, situación que fue difundida ampliamente en los medios locales y nacionales. J