Un verdadero drama social es el que vive una familia local debido a que su hijo de 3 años sufre de alergia alimentaria aguda, que los obliga a gastar sobre los 600 mil pesos mensuales para los tarros de fórmula, que son importados desde Alemania y que le duran solamente tres días.
Cristóbal Herrera y Mirla Solís viven hace un poco más de tres años en Arica.
Llegaron desde Valdivia; él para trabajar en el Aeropuerto de Chacalluta y ella como educadora de párvulos. En ese tiempo el menor Raymundo tenía sólo meses y comenzó de un momento a otro con problemas, específicamente cuando empezó a dejar la leche materna .
"Tras eso le diagnosticaron muchas dolencias, principalmente respiratorias y estomacales. Raymundo comenzó a tener cólicos muy fuertes. Sin embargo, el doctor nos dijo que eso era normal en los niños", dijo Cristóbal Herrera.
Hoy, con un poco más de tres años, Raymundo depende exclusivamente de un alimento o fórmula para vivir, que es importado desde Alemania, cuyo costo puesto en Arica alcanza los $45 mil. "Nosotros hacemos de todo. Vendemos galletas y alfajores. Pinto casas y hago clases en una escuela de conductores. Todo para reunir los recursos y no quedarnos pillados", aseguró Cristóbal Herrera.
Los padres dijeron que han tratado de buscar ayuda para su hijo, el que no puede comer casi ningún alimento, pues se expone a infecciones estomacales y respiratorias, que le hacen perder peso y tener aspecto anémico. La enfermedad (alergia alimentaria) afecta a pocas personas en Chile y sólo cuentan con una Fundación, en Santiago, que entrega apoyo a los padres, pero que no solventa los gastos médicos.
DERECHO VULNERADO
Los padres de Raymundo tuvieron problemas en un jardín infantil, puesto que el menor no puede comer casi ningún alimento.
"Hay muchas enfermedades que no son conocidas. Creo que las ayudas para estos casos son irregulares, por lo que se vulneran los derechos del niño en cuanto a asegurar su sana alimentación", agregó el padre. El menor consume alrededor de 16 tarros mensuales, que obliga a los padres a tener los recursos, de lo contrario Raymundo entra en severas crisis y sufre shocks anafilácticos.
El objetivo de ellos era que la enfermedad estuviera en la Ley Ricarte Soto. "Sin embargo, en el Congreso no tuvieron eco de la patología y no fue analizada y menos discutida", dijeron los padres del menor de tres años. J