Es el pan de cada día para los vecinos y vecinas de la población Juan Noé. Uno de los sectores con más historia de nuestra ciudad debe convivir diariamente con la delincuencia, el alcoholismo y la drogadicción, situaciones que afectan a toda hora, pero que se agravan durante las noches.
La realidad es por todos conocida, aunque hace unos días ocurrió la gota que rebasó el vaso de gran parte del sector.
A través de las redes sociales, una vecina del lugar solicitó ayuda para reclamar luego que su sobrino terminara untado de heces humanas, tras utilizar los juegos infantiles de una plaza que es relativamente nueva, como lo es la plaza Oscar Bonilla.
"Mi sobrino fue en familia a los juegos que están dispuestos en la plaza, pero nos dio indignación al percatarnos que había fecas humanas dentro de uno de los toboganes (antes de llegar al tobogán naranja). ¡Él (su sobrino) se manchó sus manitos con la feca!", fue la declaración de la joven que rápidamente obtuvo respuesta de otros pobladores igualmente indignados, una de ellas comentando que una situación similar le ocurrió, pero con vómito.
ANTRO DE VAGOS
La postal no genera más que asco e impotencia para la gente que habita en la Juan Noé. Y es que el mismo miedo de tener que enfrentar a personas de mal vivir o tener que toparse con situaciones como las vividas por el pequeño en los juegos infantiles, hace que el sector esté abandonado, con vecinos que prefieren no acercarse al lugar.
El presidente de la Junta de Vecinos número 7 "Dr. Juan Noé", Esteban Inostroza, estaba al tanto de dicho problema. Es más, en la misma red social indicó que "sepan ustedes vecinos que nuestra primera intención era que esta plaza fuera entregada a la comunidad con cierres perimetrales, pero el arquitecto municipal no lo consideró así. Ojalá hoy con todo lo que está sucediendo, se pueda considerar cerrar esta plaza o designar un guarda plaza por parte de la municipalidad".
Respecto al tema, Inostroza fue consultado por el Diario La Estrella de Arica, indicando que la lucha con personas ajenas a la población y que literalmente se toman el espacio público es algo que viene de años y que no se ha podido solucionar, pues las medidas de seguridad que se han tomado durante todo ese tiempo no han sido suficientes o permanentes.
"Es desagradable que haya gente metida ahí. En estos momentos estamos trabajando para que se pueda eliminar de una vez por todas el problema. Esta es una población que tiene más de 1.300 familias y todas se han visto afectadas por estos problemas sociales. Tenemos una población estudiantil de más de 10.000 alumnos, en cinco establecimientos educacionales. Además hay tres jardines infantiles un poco más arriba".
El representante de la población agregó que hace un par de semanas, se realizó una asamblea extraordinaria entre vecinos y autoridades de distintas ramas, con el fin de tocar el tema de la seguridad ciudadana. Todos están al tanto de los problemas, pero estos siguen ocurriendo a vista y paciencia de la gente.
"Hay un compromiso para que no se entreguen más permisos comerciales o residenciales. Porque esta población está colapsada, está saturada. Está colapsada en su sistema de alcantarillado, porque en casas de 5 o 6 personas están habitando 60. Cocinas que se han transformado en cocinerías. Todo esto con un alcantarillado de más de 50 años que no ha sufrido arreglos".
POBLACIÓN FLOTANTE
A esto se le ha sumado el siempre presente problema de las residenciales clandestinas, las cuales albergan a personas que han generado más de un conflicto en la población.
Es más, el domingo pasado, a las 10 de la mañana, dos grupos que habitan en estas viviendas se enfrentaron a palos, generando el temor en la vecindad.