Sensei: ¿El bullying se combate con el karate?
Si alguien recuerda las películas del Karate Kid, el joven aprendiz del gran Pat Morita era una de las tantas víctimas del matonaje o bullying que en el último tiempo se da mucho a nivel escolar.
Y aunque resulte increíble, en Arica, el sensei profesor-instructor de karate tradicional, Segundo Seguel (Shogundo como se apoda en su red social) está apostando desde hace tiempo por difundir esta disciplina oriental como parte de un proyecto para combatir justamente el bullying escolar.
Primero lo realizó en colegios municipales como el Politécnico y en la actualidad lo efectúa en el Colegio Miramar con singular éxito, donde además cumple funciones en el Centro de Recursos del Aprendizaje (CRA).
Pero, la gran pregunta es ¿cómo es posible combatir la violencia escolar con una actividad de contacto físico?
El mismo Seguel, quien ostenta el grado de V Dan Karate No Michi 2015, (Federación Internacional Karate No Michi), responde que "algunos pueden ver que esto es como lo contrario, pero resulta que dentro del proceso de entrenamiento el niño o joven aprende a controlarse a sí mismo y en cambio el conflicto nace cuando se acaban los elementos de juicio, y se pierde la tranquilidad".
En cambio -afirma- que con la práctica del karate hay un control de respiración y de actitud.
PERCEPCIÓN
Para el sensei "es mucho lo dicho y escrito sobre las artes marciales. Pero tristemente muchos tienen una percepción sesgada de ellas, la mayoría por desconocerlas, y otros por experiencias negativas en escuelas centradas en lo comercial antes que en la real esencia del Budo".
Señala que en las buenas escuelas las artes marciales se practican no sólo para lograr una excelente condición física, sino también como un camino para sembrar, fortalecer y expandir muchos valores, con beneficios más que probados, en aspectos psicológicos, emocionales, sociales en sus practicantes.
"El mundo necesita más equilibrio, más cordura, menos violencia, paz y es justo por esto que practicamos e invitamos a practicar artes marciales, un camino donde se conocen los miedos, límites; pero con la práctica correcta, también se aprende a controlarlos, e incluso suprimirlos, lo cual no tiene precio", acota.
En su proyecto de combatir el bullying en las escuelas, Seguel plantea que "más que un deporte, las artes marciales son una vía saludable y dinámica de mirar hacia el interior, de enfrentar retos, y superarlos. Y esta actitud, donde el principal contendor es la propia persona, te hará vencedor en el colegio, en el gimnasio, en tu trabajo, con tu familia, y sin exagerar, en la vida".
Para terminar, en un contexto más regional plantea que "no existe en Arica y Parinacota una "planificación estratégica deportiva integral, y estamos desperdiciando el regalo que la naturaleza le ha brindado a nuestra ciudad, donde podemos hacer deporte todos los días del año, al contrario de nuestros hermanos sureños que constantemente están siendo golpeados". J