Donde Vicente comienza la ¡Fiesta de Carnavales!
Se puede decir que Elías Contreras, más conocido como Don Vicente, pasa piola durante todo el año en su casa en el pueblo de San Miguel de Azapa, pero cada vez que los vientos de carnaval se acercan y llega la esperada fecha de inicio y remate de carnavales, su nombre comienza a sonar con más fuerza, y no es en vano, ya que es el encargado de recibir a las tarqueadas, Chutas Choleros, tinkus, morenadas y todos los demás bailes que vienen al gran remate de carnavales del poblado ubicado en el km 12 del Valle de Azapa .
Y no es que lleve un par de años en esto sino que lleva más de 40 años recibiendo a todos los bailes, antes de que bajen a la cancha de San Miguel de Azapa con toda esa alegría y el jolgorio que los caracteriza junto a sus músicos.
inicio de carnavales
Los carnavales comienzan en el mes de febrero en todos los pueblos de la región, pero también en Arica, es decir, San Miguel de Azapa, donde su gente desentierra al Ño Carnavalón y lo reciben con bailes, sahumerios y tarkas. Luego los bailarines bailan y beben cerveza con él, gritan de alegría por el reencuentro, le piden con fe para que les cumpla y bajan bailando por la ladera del cerro hasta el pueblo con el abuelo Carnavalón en andas. Días después, volverán a depositarlo en la tierra hasta el próximo año.
como un alférez
La pega que hace año a año Don Vicente no fue delegada, ni impuesta por nadie; simplemente él lo decidió e invitó a los bailarines para que pudieran descansar, compartir y almorzar en su casa antes de recorrer las calles del poblado al ritmo de tarcas.
"Yo presto mi casa, que tiene un local grande para que los bailarines alisten los últimos detalles de sus trajes, para que después almuercen y ensayen aquí antes de recorrer las calles del pueblo. En fin, todo empieza aquí y después termina en la cancha", contó Elías Contreras, más conocido como Don Vicente.
Al llegar el día, su casa (que cuenta con un patio grande y un galpón) se transforma en un verdadero local de baile y restaurante improvisado. Por eso, antes de la llegada de los bailarines, el local es adornado con serpentinas y guirnaldas de colores. Luego las mujeres de la Tarqueada Villarroel B son las primeras en llegar al local de Don Vicente para preparar la infaltable kalapurka que después se sirve a todos los bailarines, tarqueros e invitados. Pero no solo eso se come en día de carnavales sino que también se prepara y se sirve un gran asado para todos los presentes.
Después de beber y comer, los bailarines salen a recorrer las calles y terminan su baile y remate en la cancha de San Miguel.
"Mi esposo toca en Villarroel B, por eso me encargo de cocinar todos los años, y hoy como siempre cocinamos varias ollas de kalapurka las que tardaron en cocer 4 horas. Aquí todas compartimos y nos ayudamos, aunque después algunas se desaparecen", dijo riendo Desideria Huanca.