Ya no pueden trabajar tranquilas, aseguraron empleadas de un local de tragamonedas, ubicado en el sector de Tambo Quemado, ya que una de ellas, una joven de 29 años, fue víctima de un asalto a plena luz del día. Le colocaron un cuchillo en el cuello y la botaron al suelo.
"Cuando llegué estaba llorando, me contó que un menor se acercó donde ella estaba sentada, le propinó un par de patadas a la silla y cayó al suelo. Luego el sujeto sacó un cuchillo y se lo puso en el cuello. Sacó el dinero y huyó", contó otra de las trabajadoras del local.
Dijo que el día que ocurrió el hecho (el viernes), la víctima estaba terminando su turno de las 16 horas. Cuando salió el sujeto, trató de perseguirlo, pero ya no estaba en los alrededores. Además, dijo que le llamó la atención que ese mismo sujeto (el asaltante) durante toda la semana fue al local a jugar y pedía constantemente que le cambiaran monedas.
"Creo que fue a mirar donde guardábamos el dinero, yo lo vi varias veces", dijo otra de las empleadas.
detención
Ayer, el menor de iniciales A.G.P, que resultó tener 14 años, pasó a control de detención y fue formalizado por el fiscal Manuel González por el delito de robo con intimidación. Según el persecutor, el sujeto logró huir con 200 mil pesos que sustrajo de un cajón donde las trabajadoras mantenían la recaudación del día.
En la audiencia, el fiscal expuso ante el Tribunal que el menor utilizó un cuchillo tipo carnicero para intimidar a la mujer.
denuncia
La víctima, de iniciales, D.A.C, interpuso la denuncia y carabineros de la Tercera Comisaría lograron dar con el paradero del sujeto. "La víctima, quien estaba a cargo de la administración del local, hizo la denuncia a Carabineros. Dijo que el menor habitualmente concurría al local de tragamonedas. Por el sobrenombre y las características físicas, los policías lograron detener al sujeto", expuso el fiscal.
quedó libre
El fiscal expuso al tribunal que el imputado no tiene antecedentes penales y por ser menor de edad, la pena que arriesga es inferior a los cinco años. Por tal motivo solicitó medidas cautelares de firma mensual, prohibición de acercarse a la víctima y al local. El menor quedó en libertad bajo la supervisión del Sename.
En tanto, las trabajadoras del local, al enterarse de dicha determinación, se mostraron preocupadas, ya que dijeron que nadie les asegura que el menor vuelva a atacarlas. J