La intérprete silente del mensaje de la Presidenta
Amuchos les llamó la atención la mujer que interpretó en lenguaje de señas durante el discurso de la Presidenta Michelle Bachelet.
María Aurora Díaz Flores es la ariqueña, asistente de aula pedagógica, que tuvo esta misión, traduciendo para la comunidad sorda de la región de Arica y Parinacota.
María Aurora hizo parte de sus estudios en el Liceo A-5 "Jovina Naranjo Fernández", curiosamente mismo establecimiento educacional donde hoy se desempeña, justamente ayudando a los niños del Plan de Integración.
Sobre esta singular experiencia, relató que mediante la gente del Senadis (Servicio Nacional de Ayuda a la Discapacidad) tuvo la oportunidad de interpretar el discurso de la Presidenta para los ariqueños y parinacotenses presentes.
VOCACIÓN
A partir de allí y lo mucho que tuvo que luchar para sacar adelante a su hijo, en un momento donde las oportunidades y medios no eran lo adecuado, es que decidió ayudar a los demás.
APRENDIZAJE
Esta misma experiencia de vida le ha servido para entregarla a otras madres que hoy pasan por lo mismo.
"Yo sufrí con el tema, me encerré junto con mi hijo, hasta que me abrieron los ojos y empecé a leer. Lo mejor es pensar que cada uno de estos hijos puede salir adelante, que van a poder ir al colegio, a la universidad y con padres que tengan mucha paciencia", expresa.
Incluso, ella apunta a que no hay que ponerle límites a los niños sordos y no sólo pensar que pueden ser excelentes técnicos, porque desarrollan muchas habilidades manuales, sino que también pueden ser grandes profesionales y destacadas personalidades en diferentes ámbitos.
No obstante, asegura, el aprendizaje es complicado, porque al principio los niños sordos son agresivos, ya que se sienten incomprendidos, puesto que ellos no se sienten discapacitados y son los demás que nos los entienden.
"Se trata de buscar por todas las áreas y descubrir el diamante en bruto que son ellos", explica.
Reconoce que hay varias barreras que se presentan por desconocimiento y el mayor drama es que todavía hay muchas personas, sobre todo en zonas aisladas de la región, que por esta discapacidad se mantienen sin saber leer ni escribir.
También, María Díaz, cuenta que el bullying y la discriminación contra las personas sordas es todavía una realidad.
Por ello, afirma que el proceso de integración es muy largo y requiere de mucha paciencia y apoyo.
En el caso de su hijo, revela que en los primeros aprendizajes se usa mucho el dibujo y en su caso, como no era muy buena para esto, tuvo igual que esforzarse.
En cuanto a lo que falta para poder integrar a estos niños, jóvenes y adultos, ella está agradecida del hecho que ahora se piense en mandar a especializarse a los profesores, además de tener intérpretes en los hospitales y en ceremonias públicas.
De lo contrario, piensa que se estaría discriminando a estas personas, porque ellos se sienten mal con eso.
En su caso, cuando a su hijo le dio la meningitis y quedó sordo, anduvo por todas las ciudades del norte, hasta que en Antofagasta se encontró con un letrero que decía "Escuela de Transtornos del Lenguaje Auditivo" y allí a todos los padres los incursionaban en el lenguaje de señas más básico.
Luego de eso es que su deseo fue devolver la mano a quienes tienen el problema de resolver cómo ayudar a un familiar con esta limitación, que es sólo de carácter física, porque asegura que los sordos pueden ser tanto o más inteligentes que cualquier otra persona.
Acerca de su trabajo propiamente tal en el lenguaje de señas, confiesa que sólo este año le pagan por esto, ya que siempre lo hizo gratis, porque "es lo que me gusta, ayudar".
En su labor, afirma que es una verdadera transformación la que sufre porque ella canta y gesticula".
De hecho, cuando estuvo en el Colegio Integrado de Arica apoyando en el aula a los cursos de integración se le ocurrió que podía enseñar a sus alumnos sordos la canción chilena "Si vas para Chile".
EL APOYO
Esto lo percibió en que costaba encontrar que por lo menos los profesores dieran el buenos días en señas para los niños sordos.
"Cosas super básicas y tuve muchos problemas, porque todos decían que nadie les enseñaba esto, pero resulta que no nacemos sabiendo, pero uno se acomoda a la situación", asevera.
Lo que sí aclara es que actualmente la situación ha cambiado, a lo menos en el ámbito municipal que es donde ella trabaja, ya que nota que hay más y mejores equipos interdisciplinarios para los cursos de integración.
"Gracias a que está el proyecto de integración, el profesor es un especialista, hay fonoaudiólogos y los niños están trabajando con ellos, los asistentes de aulas que son varios, saben el sistema de señas", afirma.
No obstante, ella se pregunta qué es lo que pasa en el hospital, qué pasa cuando un sordo tiene una urgencia y quiere comunicarse con carabineros.
También destaca que hay una mesa de Gobierno que está trabajando con las organizaciones de discapacitados donde están también los que sufren sordera. J