Una 'lluvia de petróleo' dejó inhabitable un hogar ariqueño
A doña Clementina Quispe le llueve sobre mojado... Y no precísamente agua, sino más bien petróleo.
La señora vive en calle Baquedano, ahí donde se encuentran los puestos de sandwishes. En rigor, la dama junto a sus hijas habitan un domicilio a un costado del local que hace un par de semanas sufrió un incendio y del cual, afortunadamente, su domicilio no sufrió más daño que manchones producto del fuego contiguo.
Eso fue el 20 de agosto y si bien parecía que la suerte tocaba a su puerta, el lunes esto se revirtió. Esto porque su vivienda resultó bañada literalmente por el líquido combustible, producto de la rotura de una cañería por donde se carga el material hacia las calderas del baño turco 'Tacora', ubicado al otro costado del inmueble.
'Esto afectó todo lo que es la parte de cocina, lavadero, el patio. En resumen, la cocina fue la parte más afectada. El pasillo tenía unas cajas con mercaderías las cuales quedaron totalmente inservibles', detalló Clementina.
Fue su hija quien se dio cuenta de los hechos que ocurrieron aproximadamente a las 14 horas del lunes. De inmediato, se dio aviso a la seremi de Salud, la cual activó un plan de contingencia en conjunto con Bomberos, la Superintendencia de Electricidad y Combustibles, la Municipalidad, entre otros.
La recomendación principal: El abandono de la vivienda temporalmente, mientras los riesgos a la salud se desvanecen. Por esto, la familia de doña Clementina tuvo que trasladarse a un departamento, a la espera de las soluciones respecto al caso.
- No sabemos nada, por eso lo que yo quiero saber es cuáles son los pasos a seguir o cuáles son las autoridades que nos pueden decir en qué momento podemos retornar a nuestro hogar, si los electrodomésticos quedaron inutilizables producto del petróleo o si solo basta con limpiarlos.
La familia se consiguió sacos de acrín con los cuales trataron de quitar la mayor parte del líquido. Sin embargo, el olor en toda la vivienda es demasiado fuerte como para estar incluso unos minutos en el lugar, lo que preocupa a la familia de la mujer que tiene que buscar la manera de seguir con su vida de manera normal luego del incidente.
Todo un accidente el cual, al parecer, se habría producido producto de la fatiga de material. Juan Bórquez, el dueño de los baños turcos que se encuentran cerrados mientras se reparan las conexiones, lamentó la situación que hoy lo deja en una posición económica difícil.
'48 años tiene este local. Soy el propietario de la mitad del recinto. Estamos esperando que vengan los técnicos para que realicen la reparación completa de las cañerías y las calderas. Es un accidente lamentable para todos nosotros. Tengo mi madre con Alzheimer y yo tengo una enfermedad compleja. Nos afecta que el local esté cerrado mucho tiempo. Afortunadamente, tras el accidente nadie resultó herido', indicó. J