Meyling y Alejandra: las dos alumnas de Cobija
los paseos en bicicletas son los mayores pasatiempos de meyling y alejandra, y aunque tienen facebook no lo usan mucho
Una es tímida y la otra es extrovertida pero juntas se complementan muy bien en los juegos y tareas.
Al escuchar el nombre de Cobija, uno se imagina un pueblo lejano situado en el interior de la región o algo así. Sin embargo nadie se detiene a pensar cómo están o cómo viven las personas y los niños de esos poblados tan alejados de la ciudad.
Cobija es un pequeño poblado ubicado a 3.100 metros sobre el nivel del mar, en la quebrada de Apanza, cerca del complejo montañoso del Marqués. A dos o tres horas de la ciudad de Arica, donde la ruta se caracteriza por ser de tierra y con tramos pedregosos, además de curvas estrechas, solo apto para vehículos 4x4.
El pueblo ya cuenta con agua potable y electricidad, esta última se implementó con paneles solares que se instalaron el año pasado en la escuela, gracias a un proyecto que se adjudicaron los pobladores.
A pesar de este gran adelanto, la comunidad, (que está integrada solo por tres familias) aún no cuenta con señal de telefonía celular. Pero su escuela, la G-46, tiene Internet satelital para que sus dos únicas alumnas, de quinto y sexto básico, puedan contar con los conocimientos necesarios sobre los contenidos y programas que debieran saber como cualquier niño de su edad. Motivo por el cual el profesor y director de la escuela, Luis Milanés, siente que sus alumnas no se encuentran en desventaja con los alumnos de la ciudad.
Meyling Castro y Alejandra Aqquepucho son dos niñas que cursan quinto y sexto básico en la Escuela Valle de Cobija. De hecho son las únicas alumnas del establecimiento. Esta condición tiene sus pro y sus contra. Una de las cosas buenas es que al ser las únicas en la sala de clases su enseñanza es mucho mas personalizada. Además, los equipos como los notebooks y otros implementos de estudio son facilitados para que puedan llevárselos a sus hogares para terminar sus tareas.
Las dos niñas muy amigas y muy diferentes a la vez, se complementan bien a la hora de realizar sus tareas escolares y actividades artísticas, donde por personalidad no se quedan atrás.
Su profesor y director les ha enseñado a tocar guitarra, zampoña y otros instrumentos musicales, que después interpretan en las fiestas patrias y otros eventos escolares frente a toda la comunidad.
Alejandra, algo más activa que Meyling, es la que generalmente toma la iniciativa a la hora de proponer ideas o realizar labores. Ambas confesaron ser muy buenas amigas y de peleas mejor ni hablar (son muy pocas); ya que juntas confesaron que no tienen tiempo para esas cosas, porque después de ir a la escuela ambas se la pasan jugando con sus animalitos domésticos, paseando en bicicletas en la plaza o ayudando en los quehaceres menores de sus hogares.
'Jugar con los conejitos es lo que más nos gusta hacer en nuestro tiempo libre', afirmó Meyling.
Ambas se ven solo en clases, ya que solo Meyling vive al frente de su escuela. Su amiga Alejandra debe recorrer diariamente 10 kilómetros para llegar a la escuela, a causa de que vive en la localidad de Inquieta. Aún así, la pequeña alumna no falta nunca a clases, ya que un familiar se encarga de transportarla hasta su lugar de estudios. Pero cuando no hay nadie disponible para llevarla a clases, Alejandra se levanta mas temprano, su madre alista el burrito de la familia y juntas parten a la escuela, en una travesía que también les ha tocado recorrer a pie en algunas ocasiones.
Por el Día del Niño, la Municipalidad de Camarones invitó a todos los niños de los poblados de Chitita, Codpa, Cuya, Parcohaylla, Guañacagua, Esquiña, Illapata y Cobija a la función del Circo Gigante de México, donde las pequeñas Meyling y Alejandra pudieron asistir en compañía de sus familiares, junto al profesor de la escuela.
'Vi a mis alumnas muy entretenidas con la función y estoy muy agradecido con el alcalde por permitir este tipo de iniciativas', expresó Luis Milanés, el mismo que creó los himnos de las escuelas de Esquiña, Codpa y Cobija, pueblo este último en el que lleva 5 años.
Por su parte, Meyling y Alejandra comentaron que entre todo lo que vieron, el gran Maycol, trapecista, fue uno de los acróbatas que mas les llamaron la atención, además del péndulo de la muerte.
'También nos gusto mucho la chica que hizo acrobacias en tela y sobre todo los payasos que nos hicieron reír mucho', comentó Alejandra en representación de su amiga Meyling, algo más tímida para hablar.
Frente a esta actividad, la señora Frine Marlitt Quisocala comentó que gracias al municipio, pudo visitar por segunda vez un circo en Arica. 'Mi hija Alejandra disfrutó de los payasos, esto no es algo que veamos muy seguido, porque vivimos lejos de la ciudad. Y en Cobija yo me dedico a la ganadería y crianza de cabras ese es nuestro entorno'.
Después del circo las niñas y sus familias disfrutaron de un camping en el Club de Huasos, donde recibieron bolsa de dulces y regalos.
También participaron en los diferentes juegos recreativos junto a los niños de los diferentes poblados de Camarones. J