Esperando que se aquietaran los espíritus por los resultados del reciente mundial, se me pasó la fecha de la jura a la bandera, ya que quería referirme a este tema.
Mi madre me enseñó muy niño qué era ese paño tricolor y qué representaba. Después mis profesores me enseñaron el himno nacional y se lo cante mientras estudié. Ya de diecinueve años me correspondió jurarla y con el uniforme que me dio el ejército y mi fusil Mauser al hombro le recite a todo pulmón esas sencillas frases que representan tanto.
Me gusta decir los antiguos y no los viejos nos enseñaron a quererla y respetarla y simplemente no entiendo por qué las nuevas generaciones no sienten lo mismo. Aprovechando que representa nuestra nacionalidad la usan en el estadio y en cuanta marcha de protesta hay, sirviendo de capa, bufanda, sombrilla ó cojín, pero lo peor de cartel para representarle protestas, pedidos ó ubicaciones.
En los partidos del mundial que vi había muchos extranjeros que portaban sus enseñas patrias, pero no vi ninguna escrita, siempre en su asta, ondeando limpia y orgullosa. Aún cuando no había asta, en las dos manos sobre sus cabezas.
Se me estrujó el corazón ver ésa foto que recorrió el mundo del joven que mostró su bandera rota y sucia, pero que demostraba la situación en que estaba nuestro país después del terremoto y maremoto. Más me dolió verla izada en el asta de un 'liceo emblemático' donde alguien sin criterio la izó al revés.
Ojalá que en el futuro, los jóvenes quieran seguir usando nuestra enseña, pero con el debido respeto que se merece un símbolo de nuestra nacionalidad. Y quisiera decirle al general que dijo que el juramento que se le hace a la bandera no se olvida nunca, tiene toda la razón.
Kenny Monsalve