Luis Jachura, la vida detrás de la 'Voz del Agro'
L uis Jachura se 'enamoró' de la radio a los 9 años, cuando en Valparaíso lo saludaron en un programa infantil radial.
Se quedó escuchando un largo rato e incluso llegó a imaginar que esos niños eran unos viejitos chicos que estaban adentro del receptor.
Luego llegó a Arica y escuchó un mensaje por la radio que invitaba a los niños que quisieran aprender locución y radio teatro.
'Toda mi vida la radio ha sido una de mis mayores pasiones, además del teatro infantil. Incluso me dicen que nací con un micrófono en vez de un cascabel y acá en el Agro se ríen, porque me echan la talla de que cuando me vaya arriba me echarán con el micrófono adentro', cuenta riendo el locutor.
Comenzó su carrera radial a los 11 años en el 'Club del tío Luis', en radio Montecarlo, y desde esa edad que complementaba sus estudios en el Grupo Escolar de Hombres (actual Colegio Integrado) con lo que ha sido su gran vocación: la radio y las comunicaciones en general.
Antes de ingresar a la radio del Agro, Luis Jachura pasó por diversas radios como la 'Internacional', 'El Morro', 'Pukará', 'Arica', 'Cappissima', 'Coral' y 'Puerta Norte'.
Desde 1985 condujo el programa 'Cuando México canta' en la desaparecida radio Internacional y en el año 1990 comenzó a hacerse fuerte el rumor de que la radio iba a cerrar.
El cuchicheo se hizo realidad. La emisora cerró y Luis planeó irse a Puerto Montt, pero todo cambió y un proyecto radial en el terminal Asoagro le cambió la vida.
Ingresó el 3 de mayo de 1991 a formar lo que hoy en día se conoce como 'La Voz del Agro', donde informa sobre todo el acontecer que sucede en el terminal agropecuario.
Ha ayudado en la búsqueda de personas desaparecidas, mascotas perdidas, problemas de convivencia de locatarios y hasta en la seguridad ciudadana, porque en el Agro 'se han hecho todos los cuentos del tío del mundo', asegura.
Recuerda una oportunidad cuando, supuestamente, llegaron 'funcionarios de Aduana' a vender cuatro televisores plasmas de última generación a 400 mil pesos, porque supuestamente eran parte de un remate.
El locutor lo informó a través de la radio y un locatario enganchó de inmediato. Juntos fueron a hacer la transacción con los supuestos vendedores hasta que éstos les dijeron que iban a realizar la factura. Ya les habían pasado el dinero y nunca más aparecieron. Esa es sólo una de las anécdotas que le han ocurrido a Luis, la reconocida voz del Agro, que con su clásico tono radial informa a los comerciantes sobre la venta y compra de diversos accesorios y además aprovecha de alertar a los clientes cuando los 'amigos de lo ajeno' llegan a este punto estratégico de la región.
'Los locatarios ya los tienen reconocidos y cuando los ven por los pasillos, me llaman y doy sus características. Le digo a la gente que cuide sus pertenencias y que vamos a llamar a Carabineros y desaparecen altiro', asegura.
El 'embajador' del terminal Asoagro explica que este lugar no sólo es para la venta y compra de frutas y verduras, sino que es un epicentro turístico y de encuentro ciudadano.
'Acá confluye la cultura y tradiciones de los pueblos andinos. Antes, cuando el patio no estaba asfaltado, realizábamos el festival 'Costumbres de mi pueblo' donde cada stand tenía las comidas típicas de cada localidad. Los últimos años se han agregado otras culturas, como la de los inmigrantes de Perú, Bolivia y Colombia. Ellos también forman parte del Asoagro y se han agregado sus costumbres'.
Jachura, quien se considera un ariqueño de corazón a pesar de no haber nacido en esta ciudad, dice que falta fortalecer al terminal del Agro como un punto turístico, porque 'todos los extranjeros y compatriotas que visitan Arica pasan por acá. Les gusta, porque observan la cultura andina, sus costumbres, gastronomías y los productos típicos'.
Agrega que el Agro también es utilizado como un punto para hacer campañas políticas, ya que en época de votaciones es el terminal uno de los principales escenarios donde los candidatos van a repartir volantes y conversar con la gente. 'El Agro es como el corazón de Arica, donde están todas las tradiciones e identidad y, por lo mismo, me siento muy bendecido de poder trabajar acá'. J