Todo mal con los proyectos Fril en la Municipalidad de Arica
La noticia que la Municipalidad de Arica debe devolver 374 millones de pesos al Gobierno Regional por no ejecutar proyectos del Fondo Nacional de Iniciativa Local (Fril), causó polémica y a la vez descontento en la comunidad. Sin embargo, una auditoría que realizó la Contraloría Regional a los procesos de licitaciones y adjudicaciones de proyectos financiados con los Fondos FRIL y PMU dejaron al descubierto una serie de irregularidades al momento de sacar adelante estos proyectos.
La investigación tomó como muestra contratos comprendido entre el 1 de enero hasta el 31 de diciembre del 2012, financiados a través de fondos externos, los cuales ascendieron a la suma de 742 millones 987 mil pesos.
De la revisión efectuada por la Contraloría a las carpetas de los proyectos que mantenía la Dirección de Obras Municipales, se verificó que estos se encontraban incompletos, sin los antecedentes técnicos ni administrativos.
También se detectó que el municipio no dispone de una cuenta corriente exclusiva para la administración y control de los recursos percibidos para la ejecución de los proyectos con financiamiento FRIL. La investigación constató que los recursos fueron recepcionados a una cuenta bancaria, utilizada también para administrar recursos del FNDR, es decir, no existe un control financiero que permita reconocer e identificar el movimiento de las citadas cuentas corrientes.
Tampoco se tiene claridad respecto a los ingresos percibidos durante el 2012 por ejemplo el 8 de noviembre de ese año. Según la auditoría ingresaron a la cuenta 9 millones 582 mil pesos y 14 millones 494 mil pesos destinadas a las iniciativas denominadas Reposición de aceras y soleras del estadio Carlos Dittborn y mejoramiento y pintado de fachada Liceo A-1 y Escuela D-14, las que no fueron informadas a la directora de Administración y Finanzas.
Otras de las irregularidades que dejó al descubierto la auditoría fue que la Municipalidad, incluyendo el Departamento de Educación Municipal (Daem), que tuvo a su cargo la administración de 4 proyectos FRIL durante 2012, no contaba con manuales de procedimientos, estipulados por Ley.
El informe señala también la falta de control sobre la información de las obras como carencia de la suma aprobada por cada proyecto. Tampoco se tiene claridad en el monto transferido, ni el nombre del contratista en el caso de licitaciones públicas o trato directo y tampoco del monto total pagado. Esta situación se registró en 84 iniciativas, evidenciando la ausencia de un sistema único y formal de gestión.
También se detectaron otras irregularidades: falta de publicación de licitación de las obras; ausencia de acreditación de profesionales; incumplimiento de convenio de transferencia y no se respetan los plazos de contratación de las obras (10 días hábiles). Además no existen certificados que acrediten el pago de las obligaciones previsionales y laborales.
Por todas estas falencias la Contraloría instruyó un sumario administrativo.
En la investigación se detectó irregularidades en la recepción de las obras. Se ejecutaron más de 10, pero la mayoría presentó problemas, como el caso de la Escuela Rómulo Peña D-12. La obra contempló el mejoramiento de los servicios higiénicos y camarines, con trabajos finalizaron en diciembre del 2013, pero la fiscalización por parte de la Contraloría observó que los desagües de cada uno de los aparatos sanitarios no cuentan con sifones. También presentaron problemas las obras en la Plaza Araucanía.
Por último, nueve multicanchas que fueron adjudicadas a la empresa H y S quedaron a medio ejecutar, debido que el municipio puso término anticipado del contrato por incumplimiento. J