Un viejo dicho, probablemente impuesto por cientos de jugadores en igual número de declaraciones, recuerda que 'El fútbol da revanchas'. Ése es el escenario que hoy tiene ante sí San Marcos de Arica. Luego de ascender a la división de honor del fútbol chileno y de participar del Torneo de Clausura en el primer semestre de 2013, la institución ariqueña lamentó el nuevo descenso a la Primera B.
Pero 'Los Bravos' no decayeron y, lejos de seguir resignando tiempo, historia y fútbol, entre 2013 y 2014 hicieron un torneo impecable que hoy permite, precisamente, que no sólo el club, sino que también la ciudad tengan una revancha en la Primera División A.
Es en este marco en el que fueron presentados los 29 jugadores que formarán parte del plantel con el que el técnico Fernando Díaz buscará posicionar al cuadro celeste nuevamente en la serie más importante del balompié nacional. Si bien el éxito no está garantizado por nada ni por nadie, el plantel sí puede garantizar el esfuerzo y compromiso que deben nacer de llevar en el pecho la representación de esta tierra.
Porque más allá de las figuras y fórmulas que hoy caracterizan la administración de los clubes, en las regiones hay una verdad ineludible e indisoluble: Son instituciones que representan a las ciudades y hasta a las regiones en nuestro balompié profesional.
Es por eso que esta nueva oportunidad que se abre a San Marcos de Arica es tan importante. La revancha que tiene ante sí, entrega el momento para que el club comience a construir nuevos y mejores caminos.
No sólo se trata de pensar en los triunfos y los títulos, sino que también plantear un sello futbolístico que identifique a los ariqueños, un distintivo de la zona en la cancha, una manera de mostrar el espíritu de 'Los Bravos' en el campo de juego.
El mismo hecho además, establece un desafío a la comunidad: San Marcos necesita que la hinchada sienta al club como suyo, y que lo acompañe no sólo en los triunfos y las alegrías, sino que también cuando el camino se hace difícil.