Parque Acuático (Cateos: mirada sesgada)
¿Qué es cultura para mí?
Expresión de vida de un sólo individuo o de un grupo menor o mayor de ellos con su bagaje étnico y territorial, y cuando digo 'bagaje' me refiero a lo humano y a sus características totales, no conceptuales de dioses y de su mítica perfección sino, simplemente, por lo que somos por ellos, seres imperfectos.
Ahora, siendo privilegiados por tener más mente, más neuronas o más masa encefálica en este sofisticado y maravilloso laboratorio sobre nuestros hombros y autoconsiderándonos por ello los seres superiores en la gran escena de la existencia conocida. Tenemos la responsabilidad y el deber de elaborar, procesar y responder a ideas plausibles no ilusorias, efectistas y cursis: bolas de Plaza Colón y otros encantadores encantos urbanos pretenciosos y no prácticos y auténticos.
Me sumo a la directa y positiva carta del vecino Enrique D'Vorquez y me digo: '¿Por qué no atreverme yo también a opinar ante este desacierto que vuele a generarse en nuestro Arica, Chile aún, despojado décadas atrás de su condición de Puerto Libre, luego venida a menos y ahora resentida y abandonada por la política y burocracia de ayer y siempre, plenas de cargos con títulos rimbombantes que acaban en eso de 'el trabajo de todos es trabajo de nadie'.
Y ahora, nos autocompadecemos y consolamos resucitando oníricos proyectos como este del 'Parque Acuático' que costará siete mil millones de pesos o algo más y su mantención ¿Cuánto? ¡Millones de pesos y problemas permanentes! ¡Seamos realistas!
Arica está enferma de carencias y descuidos: veredas intransitables barnizadas de orines y fecas; parques de poblaciones secos y abandonados, y mientras tanto no apreciamos el beneficio de tener libre y permanentemente un litoral hermoso con un mar gratuito y benéfico y un clima envidiable.
Repito, seamos realistas y modestos, rescatemos lo que hay, sus árboles añosos y autóctonos que dan base y acogida para senderos delimitantes, peatonales y ciclovías, juegos infantiles, quinchos con mesas y bancos de durmientes cepillados, pilones de agua para aseo y manutención y muchos y muchos escaños ¡Son tan lindos y acogedores en un caminar y ahora esta famosa consulta ciudadana, desconcertante, infantil y absurda que más que nada se entiende como un propósito de buscar un respaldo engañoso.
Mi voto es un rotundo NO.
Muchas gracias.
Sonia Urízar de Koch