El renacer de 'El Turco':del tráfico a la pintura
SELIM DECIDIÓ DEJAR ATRÁS SU PASADO Y AHORA SE DEDICA AL MUNDO DE LA PINTURA DONDE EXPONE SU VETA ARTÍSTICA.
El último integrante vivo del cartel de 'La Hermandad de Santiago' expone sus obras en el Teatro Municipal.
Selim Valenzuela Galdames nació el 20 de mayo de 1944 en el popular barrio del Matadero- Franklin en Santiago. Siempre le gustó dibujar.
A los 11 años lo llamaron del diario El Mercurio para que enviara caricaturas e historietas al medio escrito de forma más estable y por un período de prueba, ya que el trabajo que enviaba para concursar les había parecido muy talentoso. Su respuesta fue negativa, ya que Selim necesitaba ganar dinero para mantener a su familia.
Su madre no trabajaba y su padre era alcohólico. Aún no olvida el día en que su mamá repartió un huevo para él y su hermana. Luego de eso, no soportó más esa precaria situación y tomó cartas en el asunto. Empezó a delinquir. Comenzó robando las tapas de los autos y las vendía en 10 de Julio. A sus padres les decía que ese dinero se lo había ganado jugando al Crá. De esta forma su situación mejoró al igual que su ambición.
Fue ascendiendo en el mundo del hampa y lo apodaron como 'El Turco' por su nombre de origen árabe. Viajó a Argentina para seguir aprendiendo sobre este 'oficio'. 'Robaba pero no causaba dolor. Nunca les robé a los pobres ', asegura.
En el país transandino 'El Turco', como lo llamaban sus pares chilenos, juntó dinero para irse a Estados Unidos. Nueva York fue la ciudad elegida por la cantidad de gente que habitaba la ciudad de la Gran Manzana.
Selim se unió en esa ciudad a lo que la prensa norteamericana bautizó como 'La hermandad de Santiago', agrupación de traficantes chilenos integrada por el llamado 'Zar de la Droga' y un ex socio socio de 'El Cabro' Carrera, con quienes conformó durante los 70' esta agrupación que controlaba el naciente tráfico de cocaína en Estados Unidos.
'Gané mucho dinero. Ahí trabajábamos en conjunto con los italianos que eran los que en ese tiempo manejaban el tráfico en Nueva York', recuerda.
Luego se independizó y trabajó directamente con la mafia de 'Don Carlo' Gambino; personaje reconocido como el inspirador del personaje Vito Corleone, de la película 'El Padrino'.
Construyó un imperio de la droga. La llevaba desde Chile hasta Estados Unidos y viajaba constantemente entre uno y otro país. De la pobreza extrema pasó a una vida de lujos. Tenía un Mercedes Benz del año y un Camaro. Una casa con grandes comodidades y todo lo que soñó cuando pequeño. Viajó por Europa, se casó y disfrutó la vida como lo hacen los grandes capos de la droga.
En 1974 Selim cuenta que lo 'secuestraron': 'Me echaron en un saco y me metieron a un avión. Eso fue por un seguimiento que me hizo la DEA y la CIA porque estaba catalogado como uno de los traficantes más grandes de Sudamérica. La droga que vendía había sido catalogada como una de las más puras del mundo', relata.
Estuvo detenido por tres años en Estados Unidos en distintas cárceles. Además, protagonizó un extenso juicio donde se querelló por secuestro e inocencia y salió absuelto.
Para salir del país del norte, lo hicieron firmar un acuerdo en el cual se le otorgaba la libertad, pero con el compromiso de que nunca más regresara a los Estados Unidos por ningún motivo y que renunciaba a todo tipo de indemnización. Luego de esto se fue a vivir a Colombia.
'Nunca delaté a mis compañeros. Por lo mismo, no salí escondido como los ratones'.
Tras un tiempo de estadía en el país cafetero, Selim decidió volver a Chile.
Dice que siempre extrañó, en especial, a las amistades .
'Lo tenía todo, pero uno siempre echa de menos. Regresé y me reuní con mi familia y con mis amigos del barrio. En Franklin todos me conocen. Voy, hablo con los carniceros y me sentía bien de volver', argumenta.
Hasta que en un viaje que realizó a Iquique fue detenido nuevamente cuando se disponía a regresar a Santiago.
'Alguien me puso un gramo de droga en la chaqueta. Por eso me dieron 6 años', destaca.
La misma suerte corrió su fallecido socio, quien fue apresado en un operativo donde procedía a retirar un móvil con drogas en la capital. El vehículo fue seguido por efectivos policiales desde su ingreso por la avanzada de Chacalluta, cuando traía oculto en la parte baja 34 kilos 210 gramos de pasta base de cocaína y 2 kilos 775 gramos de clorhidrato de cocaína.
Su colega falleció cumpliendo la condena en el penal de Acha, a la edad de 72 años, por una enfermedad al riñón.
En total, Selim ha estado 20 años detenido en distintas condenas. La última fue en Iquique, de 6 años, por el delito de tráfico. Fue en ese penal donde descubrió sus dotes de pintor que se iniciaron en Estados Unidos, donde otro interno le enseñó cómo pintar al óleo.
En la cárcel de Iquique hizo una huelga de hambre por las condiciones en las que vivían los reos.
'No teníamos una visita conyugal digna ni tampoco televisor. Soy muy querido por los presos y me comuniqué con gente de todo Chile para que supieran sobre nuestras demandas'.
Gracias a su protesta, dice, hubo cambios en esos procedimientos y avances en las materias de visitas y entretenimiento.
Selim agrega que: 'Hay un abuso muy grande en las cárceles. El trato es muy indigno. He estado en otros penales y no es lo mismo. Por ejemplo, en Estados Unidos, existen centros de trabajo de calidad, bibliotecas, teléfonos públicos para comunicarse con la familia. No significa que uno por haber cometido un error tenga que estar incomunicado con la familia', enfatiza.
Sus primeras obras fueron acerca de la naturaleza muerta, siguió con cuadros bíblicos de Jesús como La última cena, la Ascensión entre otros momentos.
El padre Pío también es parte de su creación. 'Le he pedido cosas con mucha fe como que me ayudara en mi nueva faceta artística y me lo ha conseguido'.
Otra de sus inspiraciones es el puerto de Valparaíso. Según él, éstas son las pinturas que más se venden por la alegría de sus colores y lo característico de su arquitectura.
Actualmente, 'El Turco', como le apodaron en el mundo delictual, cambió su vida y demuestra que nunca es tarde para iniciar una nueva etapa aunque sea a los 70 años. Pronostica su futuro dedicado al arte y también a la difusión de la pintura en centros penitenciarios y en talleres.
'Me contactaron para que pudiera reunir más trabajos de pinturas de compañeros. En las cárceles, aunque la gente no lo crea, existe mucha creatividad. Hay personas que escriben, pintan, tocan instrumentos. Lo único que falta es más apoyo para reforzar estos talentos'.
Su exposición estará presente hasta hoy en el hall del Teatro Municipal y se puede visitar desde las 9.30 hasta las 13 horas y en la tarde de las 15.30 a las 18.00 horas.
Sus obras están a la venta y luego recorrerán otras partes de Chile, dando testimonio de que a través del arte se puede lograr una rehabilitación. J