Acusan que minera en Perú está secando bofedales alto andinos
El alcalde de General Lagos y dirigentes agrícolas denunciaron que el proyecto minero Minsur, que se desarrolla en territorio peruano fronterizo, está desecando los bofedales alto andinos en el lado chileno, dificultando la permanencia y el desarrollo económico de las pocas familias que permanecen viviendo en el altiplano.
Esta situación ocurre en el hito tripartito 52, donde confluyen las líneas fronterizas de Perú, Chile y Bolivia.
Gregorio Mendoza, alcalde de General Lagos, planteó el tema a la Cancillería para que se revisen los efectos medioambientales que genera la minera Minsur, la cual ya habría secado sectores de Tacora, Humapalca, Chuslluma, Ancolacane y Alcérreca.
'La minera Minsur tiene varios años en lo que es la exploración misma, pensamos que a raíz de los pozos que han hecho alrededor del volcán Chupiquiña (volcán gemelo del Tacora) por el lado peruano', explicó el edil.
Mendoza comentó que es fundamental el agua para preservar la ganadería, 'todavía no hay un impacto por la mortandad de animales, ojalá no suceda, pero ya estamos viendo un futuro bastante preocupante, porque no tendremos agua para el regadío y recuperar los humedales'.
En las cinco localidades hay aproximadamente 50 familias de etnia aymara que están siendo afectadas por esta situación.
La Junta de Vigilancia del Río Lluta también realizó una denuncia a la Cancillería por este mismo tema y entregaron información al delegado presidencial de recursos hídricos, Reinaldo Ruiz cuando tuvieron una reunión en Santiago a propósito de la organización de la convención nacional de usuarios de aguas.
El presidente de la junta Eduardo Cortés Monrroy, a través de un oficio explicó que 'sin perjuicio, de la gravedad del asunto, no existe hasta la fecha y pese a las innumerables solicitudes por parte de esta institución y de otras muchas, muestras de agua en el hito tripartito número 52 tanto de carácter superficial como subterráneo de los afluentes que alimentan al río Lluta'.
Agrega que 'el propio estudio de impacto ambiental del proyecto reconoce la extracción y desvío de las aguas del río Azufre y de los ojos de aguas de Huaylillas que deberían tributar al río Lluta y con ello la afectación de la tributación de nuestro río y los bofedales que lo circundan, lo que también debe ser una preocupación'. J