Datos para prevenir los accidentes escolares
Lo primero que se debe tener en cuenta es que de acuerdo a la legislación chilena un 'accidente escolar' es toda lesión que un estudiante sufra a causa o con ocasión de sus estudios, o de la realización de su práctica profesional o educacional. Además, se suman los accidentes que se produzcan en el trayecto directo de la casa al lugar de estudios o viceversa.
En nuestro país los accidentes escolares más comunes son los golpes y fracturas, los cuales se desencadenan habitualmente durante juegos bruscos (corridas, zancadillas o empujones) que se producen en el recreo, y son protagonizadas por niños más que por niñas, siendo más frecuentes en los más pequeños.
De acuerdo Bárbara Alfaro, enfermera y docente de la Universidad San Sebastián, 'las áreas del cuerpo que revisten mayor peligro al producirse un golpe son la cabeza y cara. Golpes en estas zonas muchas veces terminan en traumatismos encéfalo craneanos (TEC), contusiones visuales y pérdidas de piezas dentales, los cuales se traducen en lesiones que podrían incluso dejar secuelas'.
Los accidentes habitualmente se generan por muchos factores y para evitarlos se debe partir desde el autocuidado, en donde la educación que los niños reciban en el hogar es fundamental.
'Durante la permanencia en el colegio o cualquier institución educacional es necesario identificar situaciones de riesgo. Correr mirando hacia atrás, subir corriendo una escalera o de dos en dos los peldaños y llevar tijeras en los bolsillos son conductas que deben ser evitadas. De igual forma, el mal estado del sistema eléctrico, baldosas sueltas, pisos sin antideslizante y vías de evacuación no señalizadas son aspectos de la infraestructura que el colegio debe velar por corregir', afirma la académica.
Asimismo, es primordial la supervisión de los alumnos por parte de los profesores principalmente durante los recreos.
Es importante que toda la comunidad escolar (profesores, padres, estudiantes, etc.) estén en conocimiento de las medidas de prevención de accidentes, así como del protocolo de acción en caso de que ocurra.
En caso de ocurrir un accidente, los establecimientos deben contar con un protocolo que contempla el traslado del accidentado al servicio de salud público más cercano y la denuncia del suceso.
'Todos los estudiantes cuentan por ley con un seguro de accidente escolar que cubre la atención médica y dental, hospitalizaciones y medicamentos que se puedan requerir, los que serán entregados en el lugar en que el lesionado sea atendido', afirma Barbara Alfaro. J