Apostar por la vida
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el suicidio figura entre las 20 causas de defunción más importantes a todas las edades a nivel mundial. Cada año se suicida casi un millón de personas, lo que corresponde a una muerte cada 40 segundos.
Se trata, entonces, de una situación compleja y que a juicio de los expertos se relaciona directamente con alteraciones en la salud mental, entre las que se incluyen la depresión, el alcoholismo, otras adicciones y la violencia, entre otros aspectos sociales y culturales.
Las estadísticas del organismo indican que en los últimos 45 años este problema ha registrado un 60 por ciento de aumento a nivel mundial, llegando a convertirse en algunos países en una de las tres primeras causas de muerte entre individuos de 15 a 44 años. El tema se hace más complejo si se considera que los intentos de suicidio superan hasta en 20 veces a los casos consumados.
Chile y Arica no están ajenos a esta situación. Desafortunadamente, durante los últimos días la ciudad ha sido testigo de irreparables pérdidas y de varios intentos que gracias a la rápida y oportuna acción de los organismos de emergencia no se materializaron.
La misma OMS establece que, según la evidencia, el tratamiento de la depresión y del consumo abusivo de alcohol y de otras sustancias ilícitas es una buena herramienta a la hora de prevenir el suicidio.
En ese contexto, el trabajo del entorno familiar, social y educacional de los jóvenes cobra vital relevancia. Aunque es un hecho que las exigencias del mundo actual nos entregan menos espacios para el diálogo profundo, lo cierto es que debemos redoblar nuestros esfuerzos para conseguir una comunicación más efectiva al interior del grupo familiar.
Esto, sumado al aporte del contexto educativo, podría entregarnos mejores herramientas para combatir un flagelo que muchas veces está presente y que, desafortunadamente, muchas veces se mantiene invisible ante nuestros ojos.
Es claro que la autoridad debe potenciar los programas de salud mental, pero la prevención es un deber de todos.