En la primera cuenta pública de este gobierno, la Presidenta Michelle Bachelet manifestó que se debe avanzar en el debate en el Parlamento del proyecto de ley que busca despenalizar la interrupción del embarazo en casos de riesgo de vida de la madre, violación e inviabilidad del feto.
En el mundo de la política nacional este anuncio generó polémica, al igual que en el ámbito local, donde se generaron opiniones encontradas al respecto.
Marjorie Cortez, integrante de la Red Chilena Contra la Violencia hacia las Mujeres y Niñas, comentó que para ellas es un avance después del gran retroceso que se vivió durante el gobierno militar (el aborto terapéutico era legal hasta el año 1989), 'pero también creemos que en la despenalización del aborto, la decisión debe ser exclusiva de la mujer'.
La seremi de Salud, Giovanna Calle, manifestó que es un tema 'de derecho de las madres de elegir en esas situaciones tan críticas. Las leyes establecen un marco regulatorio y posibilidades legales. La persona que quiera puede llevar hasta el final su embarazo, es decisión de cada uno'.
En relación a algunas críticas puntuales al anuncio presidencial, la seremi expresó que el aborto en situaciones de excepción 'es un tema de salud pública y como sociedad debemos debatir en relación a este tópico, así es la democracia. No tenemos por qué cerrarnos ni dejar este tema como un tabú, debemos enfrentarlo y debatir la despenalización del aborto en los casos puntuales y extremos que ha planteado la Presidenta y la ministra'.
De una forma más radical piensa la Agrupación Revolucionaria de Mujeres y Disidentes Sexuales Pan y Rosas, una de sus militantes en Arica, Natali Beretta, manifestó que la agrupación apela al aborto legal, 'para acabar con la clandestinidad, pero además a la libertad de decidir sobre si tener o no un hijo o hija. También que sea garantizado por el Estado para acabar con el negocio de clínicas truchas, como también para garantizar que mujeres de los sectores obreros y populares puedan realizárselos en condiciones seguras y con especialistas'.
En representación de la Iglesia Católica en la región, el padre Santiago Sharp, administrador diocesano de Arica, defendió la postura de derecho a la vida.
'Una de las cosas que hay que hacer en el debate es ponerse en el lugar del niño, porque si lo dejan allí va convertirse en un hombre, una persona si lo dejan. La iglesia se encuentra un poco sorprendida por la incapacidad de ver ese punto', expresó Sharp.
El religioso comentó que es muy 'cobarde matar a un niño así. Aunque sea una persona que va a nacer con más imperfecciones que los demás. Nosotros debemos dar todo nuestro apoyo a las mamás, pero pensar en el niño que viene, no tratarlo solamente como un problema que viene. La madre Teresa de Calcuta dijo 'nunca habrá paz en el mundo mientras las madres maten a sus hijos', la discusión es antigua, va a seguir, pero la posición de la iglesia es la de defensa de la vida, sobre todo de la más vulnerable, no va a cambiar '.
Ante la global discusión que existe sobre el aborto y su despenalización, Santiago Sharp recalcó que no sólo la Iglesia Católica tiene esta postura, sino que también una diversidad de grupos religiosos.
'Aunque haya mucha oposición, tenemos el derecho de defender lo que es bueno, si fuera por mayorías deberíamos legalizar la mentira también, porque todos lo hacen. Hay verdades que hay que defender'.
Si bien recién se abrió el debate para una real posibilidad de la despenalización del aborto en casos particulares, aún se debe discutir en el Congreso. J