El incendio de un inmueble que funcionaba como residencial en la Población Juan Noé desató la alerta no sólo en los organismos de emergencia que operan en la ciudad, sino que en cientos de vecinos que temen por el destino de sus hogares.

Fue un siniestro de medianas proporciones que, en términos gruesos, afectó a tres viviendas de aquel emblemático sector de nuestra comuna.

Según los informes preliminares, el fuego habría tenido su origen en un desperfecto eléctrico, esto provocado por una sobrecarga de conexiones irregulares.

En distintas oportunidades los vecinos han levantado la voz para denunciar el funcionamiento de residenciales clandestinas que, preferentemente, arriendan habitaciones a inmigrantes que llegan al terminal internacional en busca de alguna oportunidad laboral. Por tratarse de un sector residencial, esta situación termina generando una serie de conflictos que impactan de forma negativa en la calidad de vida de los habitantes de la Población Juan Noé.

Los afectados acusan que este tema ha provocado un incremento en el número de comerciantes ambulantes, proliferación de basurales en la vía pública y otros hechos más bien relacionados con la delincuencia. Sin embargo, lo que hoy más preocupa a esta comunidad tiene que ver con las residenciales clandestinas, toda vez que en su mayoría se trata de inmuebles reacondicionados y que no cuentan con las mínimas medidas de seguridad, lo que no sólo pone en riesgo la integridad de sus ocupantes, sino que la vida y los bienes de todos quienes residen en el sector.

Ya el año 2012 la Policía de Investigaciones cifraba en más de una docena el número de hostales clandestinos, en los cuales los inquilinos habitaban en graves condiciones de hacinamiento e insalubridad.

Ante este escenario y considerando el episodio del pasado martes 20 de mayo, es indispensable atender la demanda de los vecinos e incrementar las fiscalizaciones de los organismos competentes; esto antes que una nueva emergencia ponga en riesgo a un amplio sector habitacional.