Los barcos fueron los primeros en dar la alerta visual el día del temblor que sacudió al norte
Los primeros en reaccionar ante un temblor de magnitud son las embarcaciones que están en el litoral.
Para ningún ariqueño es motivo de preocupación un pequeño sismo de tres a cuatro grados, pero este último tiempo los temblores no han bajado de los 5° Richter. Este panorama no sólo tiene en alerta a la población en la mañana y en la noche, sino también a la inmensa comunidad pesquera que mantiene sus embarcaciones en el sector del puerto.
De hecho, el primer remezón que sacudió al norte de Chile, el domingo 16, fueron ellos quienes dieron el primer aviso visual, ya que no alcanzaron a pasar ni 10 minutos y las embarcaciones estaban todas instaladas a más de 10 millas marinas, con el fin de evitar una catástrofe mayor en caso de un posible tsunami.
Frente a esta rápida respuesta, el administrador de la planta Arica de Corpesca, Emilio Mazzarelli, explicó que "una vez que recibimos la alarma emitida por la autoridad marítima tras el movimiento telúrico, nuestros trabajadores que se encontraban realizando sus labores, incluido el personal de bahía, de descarga de la pesca y de las embarcaciones de la flota, implementaron de manera inmediata el protocolo de evacuación, el que se encuentra contenido dentro del plan de contingencia que la empresa ha desarrollado para todas sus trabajadores y que se implementa de manera efectiva en todas nuestras instalaciones".
Esta medida logró captar la mirada de cientos de ariqueños que una vez que finalizó el temblor caminaron rumbo a los cerros producto de la formación de los barcos en el horizonte.
La medida que tomaron los capitanes y tripulantes no sólo permitió acatar una orden emitida desde la autoridad marítima, a la vez le entregó información a cientos de ariqueños que incrédulos esperaban el sonido de la sirenas, comentó el pescador Marcelo Medina.
Mazzarelli agregó que "de esta manera, once naves de la flota y casi un centenar de trabajadores fueron evacuados de manera exitosa gracias a la correcta ejecución de los procedimientos que nuestros protocolos de seguridad tienen. Debido al trabajo conjunto que hemos venido desarrollando con la autoridad y fluido canal de comunicación que mantenemos con las instituciones de emergencia, todos nuestros trabajadores e instalaciones se encuentran en excelentes condiciones para una respuesta rápida".
De hecho, " hemos establecido como política fundamental el control de los riesgos, seguridad y el cuidado del medio ambiente. Incorporándolo de manera integral a nuestra labor, todas las acciones se basan en el desarrollo continuo de programas, destacando así la activa participación de Corpesca y todos sus trabajadores en los simulacros para terremotos y maremotos que ha desarrollado la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi)".
Pero así como la industria pesquera mediana tuvo un rápido accionar, otros trabajadores del puerto permanecieron tranquilos debido al conocimiento que dicen ellos tener del mar.
Según el presidente de la Asociación de Armadores Pesqueros de Naves Menores, Manuel Guajardo, "a nosotros nos conocen como los semi industriales o como los artesanales grandes. Acá estamos hablando de 50 embarcaciones aproximadamente. Y éstas trabajan con tripulantes con matrículas de pescadores artesanales, compuestas de 8 a 9 personas, lo que quiere decir que es harta gente la que trabaja acá".
Con respecto a la reacción que las lanchas tuvieron frente al temblor que azotó la ciudad el día domingo 16 de marzo en la tarde, Guajardo comentó que, "como el temblor nos pilla a todos de repente y en base a la cultura que tenemos nosotros con respecto a este tema, sabemos que cuando es grado 6, 6,5, ó 7, realmente no es para asustarse que va haber un maremoto. Esto se producirá sobre los 7,5, sin embargo, igual esperamos las instrucciones desde la autoridad marítima. Pero no hubo preocupación el 16 de marzo, a pesar que anunciaron un tsunami menor. No hubo nada, nosotros nos dedicamos a observar la marea y estaba calmada; incluso ese día hubo luna llena y eso puede haber subido la marea un poco".
Agregó que en la tarde, "llamé a la autoridad marítima por la preocupación que existía en la ciudad. En mi calidad de presidente me informaron que no estaban entregando zarpes, pero sí que los barcos salieran por seguridad y que las evaluaciones iban a ser cada una hora, por lo cual llamé como a las nueve y media a la autoridad y a esa hora ya tenían la seguridad que no iba haber tsunami, desde ese minuto les comuniqué a los armadores que podían salir".
Guajardo comentó que "ese día no estábamos en la faena de trabajo, pero a pesar de eso uno tiene la noción de la intensidad de los eventos, ya que acá han habido dos tremendos hace menos de 30 años. Esa vez se cayó medio Morro, y eso permite evaluar la intensidad".
El presidente del Sindicato de Pescadores Artesanales de Arica, Sergio Guerrero, dijo que fue buena la reacción del día domingo 16 de marzo.
"Yo creo que con todos los simulacros que se han hecho estamos preparados para enfrentar este tipo de situaciones, la autoridad marítima reacciono y evacuó a toda la gente del borde costero y además de eso dieron orden de zarpar a todas las embarcaciones mayores, no así a los artesanales".
Guerrero reveló que por esa razón el 16 de marzo estaban todas las embarcaciones en el horizonte, "ya que para mayor seguridad era necesario que salieran 10 millas hacia afuera, mientras más afuera estén las embarcaciones menor riesgo de accidente hay ante una ola gigante".
Agregó que "ese día no hubo llamado hacia nosotros, pero la evacuación de la zona costera fue por precaución. Nosotros agrupamos a 77 embarcaciones, entre botes, faluchos y lanchas de mediana envergadura. Lo bueno es que están todos al ' de lo que pueda pasar en el futuro" . J