Llamadas inoportunas
"Cateos" (léase miradas sesgadas): Hoy tuve, una vez más, la invasiva y repudiada experiencia de ser llamada en forma urgida y determinante, además en horas de descanso: "¿Podría hablar con la señora Sonia?, "Con ella habla y….", antes que yo -supone ella- colgara, se apura, sube la voz y espeta: Soy fulana de tal, funcionaria de la institución de que es usted usuaria…" y sigue sin punto ni coma: "¿Podría concederme unos minutos de su tiempo…?" y antes que yo acepte o rechace -emulando o compitiendo con Mónica Pérez en su bla bla televisivo, aunque ésta se ha moderado un poco- me dispara: "Le recuerdo señora que esta conversación ¿? podría ser grabada…".
A todo esto siento que viola mi privacidad, usan mi disponibilidad telefónica y, además, que el pretendido diálogo resulta un monólogo torrencial, imparable que no se detiene…
"Usted señora, ¿cómo estima la atención nuestra hacia usted como cliente nuestra, cómo la calificaría en nota de 0 a 5?". A esta altura yo ¡Plop! Y la curiosidad matizada de risa me superan y logro contestar: "Mire señora funcionaria, en primer lugar este año cumplo 80 años y mi marido 93, son las 15 horas de la "siesta", a esta edad es legendaria e institucional en Arica, usted irrumpe en ella como el terremoto anunciado y sólo le contestaré porque además es educada, soy curiosa e irreverente. Su mentada institución, con su malla telefónica…
Situtiqueo actual de siglas y nombres que pone un robot repetitivo con las delicias y beneficios irreales que entrega-, me tiene hasta los confines… Ahora logra interrumpirme ella y con ese estilo cliché de amabilidad e interés que nadie traga, agrega algo irónica: "Señora, dígame entonces ¿por qué sigue usted, después de medio siglo en nuestra institución? -le logro contestar- "Quizás por inercia e incapacidad de enfrentar el mismo tráfico espacial vía Santiago en otra institución"- de inmediato y como metralleta y sin dar luces considerar mi bla bla, me dispara… "¿A quién rescataría calificándolo en su gestión? -le contesto- "Rescato a un ejecutivo de inversiones informado y competente que siempre contesta su teléfono directo sin tener que mamarme toda la papa a costas mías y de otros; también rescato a los guardias amables, serviciales y correctos… y a usted, la descalifico en su totalidad como funcionaria con un doble "cero" y recuerde ¡que esta llamada podría ser grabada y usted quedaría súper mal parada! Y no me llame más de Santiago, soy de Arica, Chile aún, abajo el centralismo, arriba el federalismo y hasta nunca!!
Sonia de Koch