Construyó un mini zoológico en el desierto
¿Se imagina a la ciudad de la Eterna Primavera con un pequeño zoológico en una de sus principales poblaciones?
Por años los ariqueños se han preguntado porqué la ciudad no tiene un parque público, donde las familias puedan disfrutar de la flora y fauna en sus ratos libres.
El clima desértico y la falta de agua ha respondido en parte esa inquietud, sin embargo, el oriundo de Vallenar, Álvaro Morales, durante estos últimos años le ha ido dando un golpe a la cátedra y con un poco de motivación está proyectando uno de los principales atractivos en el sector norte de la ciudad.
"Y todo comenzó por la necesidad de sombra", comenta el creador del único mini zoológico que existe en la población Juan Pablo Segundo de Arica.
"Cuando recibimos esta casa nos prometieron que la población iba tener canchas y áreas verdes, pero estas promesas nunca se concretaron. Y cuando uno vive en sectores desolados es importante el área verde, así que una vez que pasó el tiempo yo empecé a sembrar árboles para levantar un poco de sombra en el lugar que vivimos".
Agregó que, "trasladamos un poco de tierra de Lluta y de Azapa y los árboles se fueron afirmando, además que le pedimos la ayuda a la Corporación Nacional Forestal (Conaf), lo cual nos permitió que los árboles hoy día tengan cerca de tres metros de altura".
Morales comentó que antes que tuvieran el mini zoológico, "esa esquina era un botadero de basura, y con algunos vecinos pasamos el rastrillo y limpiamos el lugar para que los niños de nuestra población lo disfruten".
Ahora cada fiesta que hay en la ciudad se celebra en aquel lugar: "Las fiestas del '18' y fin de año colocamos música y adornamos el lugar, porque así los niños disfrutan de las áreas verdes y los animales".
Conejo cabeza de león "que es diferente al angora", pavos, palomas reales, palomas hindúes, catas, inseparables, codornices, gallinas, gallos de la pasión chilenos, chivos domésticos, son algunas de las especies que se pueden encontrar en este mini zoológico que ha levantado Álvaro Morales en la pampa de la población Juan Pablo Segundo.
"Igual me han tratado de regalar algunas especies, pero me da miedo, porque las leyes son muy fuertes. De repente hay gente que me dice que tiene loros y esas aves no se pueden tener acá, los monos tampoco los podría justificar, pero con los que tenemos estamos bien y prestan gran utilidad a la población".
Morales comenta que "mucha gente pasa y para con sus vehículos, se quedan un rato escuchan los pavos, las catas y luego se van. A las personas les gusta escuchar el cantar de los pavos, porque uno les grite y ellos replican. Otros de los que disfrutan en demasía de este mini parque son los estudiantes de los colegios que existen en el sector, cada vez que salen de clases se vienen a mirar los animales".
Si bien los animales comienzan desde muy temprano a meter ruido, la naturaleza es sabia y en la noche todos duermen.
A la mayoría de los residentes este mini parque privado le alegra la mañana, a pesar de la bulla, ya que con los cantos de los pájaros todos andamos más felices, además todo el mundo sabe cuando la gallina puso un huevo.
Nació por una necesidad de los niños; ellos no tenían dónde jugar, ya que el sol pegaba todo el día, entonces había que tenerlos todo el día encerrados y sólo podían salir a jugar después de las 19 horas.
Así que para crearles un lugar con sombra comenzamos a plantar los árboles y de a poco se fueron incorporando los animales.
"Yo creo que se ha cumplido el objetivo, ya que vienen distintas personas; incluso, muchos enfermos llegan a disfrutar de la sombra y aparte aprovechan de ver los animales que tiene el lugar".
Como cuenta Morales, el parque está abierto durante todo el día y en las noches se cierra para evitar que los drogadictos se tomen el espacio.
Pero lo que más le llama la atención a este hombre amante de la flora y fauna es cuando pasan los niños del colegio y comienzan a dar sus impresiones de los animales que posee el parque.
"Con mi familia los escuchamos y cada uno de los niños da su opinión de las aves que existen y los sonidos que emiten. Nosotros desde el interior de la casa nos reímos mucho, porque muchas veces discuten a morir y ninguno de los que pelean tienen la razón".
"Y lo mejor es que se van con la incertidumbre y vuelven al otro siguiente para seguir mirando las especies". J