Con toda la energía, San Marcos volvió a los entrenamientos de cara al compromiso de este fin de semana ante Curicó Unido, duelo que se disputará el sábado a partir de las diez de la noche.

Entrenamientos físicos se pudieron apreciar en las prácticas de la tarde, con algunos jugadores rematando al arco, mientras otros realizaban piques cortos con pesos para poner mayor resistencia.

El ánimo del plantel se percibe como el de los mejores tras el triunfo ante Santiago Morning. Las risas fueron la tónica de una práctica que no dejó en ningún momento de lado la rudeza en un cuadro que pelea el ascenso.

Los dirigidos de Luis Marcoleta entrenaron de forma separada. Por una parte, los que vieron acción ante Santiago Morning realizaron jugadas de definición en el arco sur de la cancha uno del Carlos Dittborn. Por su parte, los jugadores que no estuvieron los noventa minutos (más Sebastián Páez) realizaron fútbol reducido en el arco norte.

Los entrenamientos permitieron ver el regreso de dos jugadores que habían estado ausente las últimas semanas por problemas físicos. Tanto Joel Estay como Miguel Coronado entrenaron a la par de sus compañeros, lo que significa que los Bravos tendrán plantel completo para enfrentar este fin de semana al equipo tortero.

Este nuevo panorama plantea sólo interrogantes en la próxima formación de los del Morro.

Augusto Barrios como lateral derecho y Daniel Mustafá como centro delantero parecieron funcionar en el esquema de Marcoleta, lo cual podría variar con las recuperaciones de Estay y Coronado.

El jueves, cuando se realice la práctica final del fútbol, el DTdejará ver a los elegidos para el compromiso del sábado. J