Los pampinos que llevan siete años mostrando con pasión los recuerdos de la época del salitre
Hace siete años, desde que un grupo d e adultos mayores fundó la Agrupación Cultural Proyección Pampina, vienen brindando diferentes presentaciones de bailes de la añorada, pero sacrificada vida en las salitreras.
Vestidos con trajes de charlestón, de negroides, como trabajadores de la salitreras, de Charles Chaplín y hasta de Can Can se puede encontrar a este grupo de adultos mayores que con cariño buscan difundir un reconocimiento a todo aquel que trabajó en las salitreras; un mundo totalmente diferente al de hoy donde se percibía la extrema pobreza, pero se generaba la riqueza que levantó a Chile a finales del siglo XIX y principios del siglo XX.
Gilda Moreno junto a su esposo Emilio Ramírez, han estado los siete años en la agrupación con orgullo de mostrar al resto de la gente su cultura, ya ellos vivieron prácticamente toda su vida en la Oficina Salitrera María Elena.
Gilda comentó que son 25 los integrantes del grupo y los que no bailen igual participan dentro de escenario. "Partimos como grupo de baile y ahora hacemos teatro", expresó Gilda, mientras su marido explicó que los que no bailan los sientan en las meses del show y participan en la convivencia que se da en la presentación.
"No queremos estar arrumados en una esquina de la casa, porque eso es lo que no espera a los adultos mayores", comentó Gilda como parte de su filosofía, la cual la llena de vitalidad para hacer las actividades con su grupo y otras más.
La pareja comenta que cuando llegaron de María Elena hace 23 años, no salían de su casa, porque les costó acostumbrarse, ya que nacieron se criaron y vivieron hasta después de los 40 años en la salitrera.
"Allá no teníamos diversión, se vivía como en un campo de concentración, es duro decirlo, pero los hombres trabajaban 16 horas al día, de lunes a lunes. Los niños ni conocían a sus papás", recordó Gilda.
Emilio explicó que por años trabajó 16 horas al día porque no alcanzaba el sustento para la casa si trabaja sólo ocho, que es la jornada que exige la ley.
"Acá aprendimos a bailar", recalcó Gilda.
En su niñez, recuerdan que se entretenían con juguetes muy simples como teléfonos hechos con tarros de lata o cajas de fósforo amarradas con pita de saco. "Acá aprendimos a vivir de otra manera porque allá todos dejaban las puertas de sus casas abiertas, dejaban la ropa tendida en la calle y nadie la sacaba", dijo Emilio.
Esta pareja terminó en Arica porque finiquitaron a Emilio y eligieron esta ciudad porque es mucho más económica para vivir que el resto de las del norte. "Acá tuvimos todo lo que no tuvimos en la pampa y todo con la jubilación", dijo Emilio.
El show principal de la agrupación es el charlestón y la polca, pero también tienen cuadros de rock and roll, cumbia colombiana.
Cuando vino el cantante Miguel Barriga, ex vocalista de Sexual Democracia, la agrupación bailó en la presentación y recibieron felicitaciones. "Él nos dijo que teníamos cuerda para rato", recuerda Gilda.
"Nosotros bailamos como se hacía antes, no como ahora que los ballet hacen fantasías. Eso nos incentiva más porque nos gusta recibir aplausos, por eso nos presentamos, nunca hemos cobrado o nos han dado un aporte, lo hacemos por amor al arte", expresó Emilio mientras hojeaba el álbum de fotos de la agrupación.
La mayoría de los trajes que usan son antiguos y los consiguen en la ropa americana y uno que otro lo confeccionan. "Los sombreros blancos o como les decimos nosotros, colisas, los confeccionamos nosotros, sacamos la medida y se hacen con cartón".
Para noviembre tienen como proyecto hacer una presentación con el baile de la película la Zorba del Griego: "es cansadora, pero a nuestro ritmo igual podremos", dijo Gilda.
Todos los años en la tercera semana de noviembre la agrupación viaja a Humberstone, para la Semana del Salitre y específicamente para participar en La Fiesta del Pampino, la cual se realiza en la oficina que es Patrimonio de la Humanidad. "Uno se sienta en la plaza de allá y con frío mira las estrellas, se sienten encima de uno, es muy bonito porque uno se desconecta de todo y encuentra una paz enorme", comentó Gilda.
Con un poco de desazón, pero con orgullo la pareja cree que hace falta un líder que reconozca a todos los pampinos que trabajaron en los años 20. "Por lo que se sacrificaron y las riquezas que le dieron al país, fue el sueldo de Chile como lo es hoy el cobre. Han muerto muchos sin ningún agradecimiento, incluso de silicosis -enfermedad laboral por inhalar polvo", comentó. J