Vecinos se cansaron de la basura y la drogadicción en su sector
Los vecinos de la población Santa María, frente a la Escuela D-14, enfrentan diariamente una serie de problemas que hoy en día hacen la vida imposible a las más de doscientas familias que comprenden el sector.
Y es que lo que a simple vista parece una comunidad tranquila con gran cantidad de personas de la tercera edad, en realidad se ha transformado en un pueblo donde el terror acecha en los habitantes.
Lo que más preocupa a la gente de la Santa María es la drogadicción. Los pobladores relatan que es pan de cada día ver antisociales apoderarse de la bella plaza arreglada por ellos mismos para consumir y traficar narcóticos.
"A toda hora se ven estas personas en la plaza. Es un problema que parece que no va a acabar" relata doña Alba en la reunión de vecinos nocturna.
La presidente del Club Social y Cultural "Santa Lucía", Tarsissia Godoy, expresó que la presencia de estas malas personas tiende a caer cuando Carabineros patrulla el lugar, algo que vuelve a su 'normalidad' tras una horas. "De vez en cuando las motos pasan por el pasaje y echan a estos individuos, pero al poco rato vuelven. Es un peligro para los niños que quieren jugar y para los adultos mayores que pasean por aquí".
Otro de los problemas que afronta la gente del parque central es el caos que genera un individuo que vive en el lugar.
Quienes viven alrededor un hombre al que creen que sufre mal de Diógenes, por la cantidad de basura que acumula, expresan que ya es reiterativo que entre dos y cinco de la mañana este hombre manipule fierros y metales dentro de la casa, lo que despierta a todos.
Pero no sólo es esto, la gente de Santa María comenta que es una persona peligrosa de trastornos psiquiátricos que ha violentado contra las personas. "Hemos tratado de conversar con él. Al principio era más tranquilo, entendía un poco cuando le decíamos. Pero ahora se puso más agresivo. Fueron tantas veces que llamamos a Carabineros que incluso se cansaron un día y se lo llevaron", expresó Iván Muñoz, delegado de la población Santa María.
La misma aglomeración de basura ha producido un problema de ratas en las casas aledañas, algo que ha hecho que los vecinos decidan mudarse al ver que las autoridades no responden al llamado de ayuda. "Arriendo una casa en el pasaje Santa Lucía, llevo tres años en el lugar, pero desde hace seis meses esta persona nos molesta constantemente. Nos ha agredido verbalmente y a mi pareja físicamente. Los cachureos que ha traído, además, me ha infestado de ratones, es algo de salubridad. Una se cansa", relata Cecilia Quispe.
El sueño de los vecinos de la Santa María es poder volver a la tranquilidad de un barrio histórico en el cual los vecinos más antiguos trabajan arduamente para sacar adelante la población. En un futuro no muy lejano comenzarán obras de remodelación en el sector, lo que además involucra un cierre perimetral que transformará la población en condominio, alejando al lumpen y a la drogadicción.
En cuanto al vecino peligrosos, las personas han hecho un sinnúmero de reclamos tanto a la Seremi de Salud como en el municipio no sólo por aglomerar basura y traer ratas, sino porque también la violencia del individuo podría culminar con alguien en el hospital. J