En la recta final proyecto que mejora productividad y posiciona el maíz lluteño
Mejorar la producción de una de las especies estrella de la zona y posicionarla en los distintos mercados, son algunos de los objetivos más importantes del proyecto "Revalorización, protección y mejoramiento del maíz lluteño", iniciativa ejecutada por la UTA con el apoyo del Fondo de Innovación para la Competitividad de Corfo y el aporte de la empresa Pioneer.
La directora del proyecto Elizabeth Bastías realizó una presentación de sus avances a tres años de iniciado, justo algunos días después que se presentara ante el Instituto Nacional de Propiedad Industrial (INAPI) la solicitud para el reconocimiento como Indicación Geográfica del maíz lluteño, la cual fue patrocinada por la municipalidad de Arica.
La Indicación Geográfica hace referencia al lugar o región de producción, extracción, cultivo o elaboración, que determina las cualidades específicas del producto originario de dicho lugar o región. Para su reconocimiento debe acreditarse que su reputación, su calidad o alguna característica relevante del producto sean atribuibles a su lugar de cultivo, extracción o producción. Por lo mismo, debe haber un vínculo específico entre los productos y su lugar de producción original, que se refleja en el nombre por el cual se distingue el producto. Esta distinción busca promocionar y proteger comercialmente productos típicos del país, fomentando el desarrollo local.
De prosperar la solicitud, el maíz de Lluta se sumaría al limón de Pica, el atún de Isla de Pascua, el cangrejo dorado de Juan Fernández, la Sal de Cachuil-Boyeruca-Lo de Valdivia y a la Alfarería de Pomaire, que han sido distinguidos como productos singulares y con una fuerte vinculación local.
Según detalló Elizabeth Bastías en la parcela experimental de la UTA ubicada en el kilómetro 19 del Valle de Lluta, durante los últimos tres años se avanzó también en la recopilación de antecedentes etno geográficos del maíz, información que puede servir para determinar su origen y darle un valor agregado. Por tal motivo, el equipo incluyó el trabajo de profesionales relacionados con la arqueología y la historia.
La investigación cuenta también con la participación del biólogo molecular Wilson Huanca, quien se ha dedicado a identificar y estudiar los factores genéticos del maíz que responden a la salinidad y a la presencia de boro. Por otro lado, se han hecho acercamientos con la escuela de la localidad de Molinos y el Liceo Francisco Napolitano, cuyos alumnos han visitado el centro experimental y ocupan textos desarrollados en el marco del proyecto.
El director regional de Corfo, Gabriel Abusleme, destacó el hecho que con la investigación se ha logrado elevar en un 40 % la producción de maíz por hectárea. "Aquí se ha hecho un trabajo muy responsable, de alto nivel. Ahora es importante que los agricultores logren mejorar la distribución y vendan su producción más allá del Norte Grande, a mejores precios, llegando a los mercados gourmet y mejoren así la rentabilidad", dijo. J