La mala racha que está viviendo San Marcos ha preocupado a la hinchada más fiel, quienes no solo han pensado en el club como una Sociedad Anónima, sino que han velado por quienes en ella sustentan sus familias.

Así, al camarín y previo al entrenamiento, los jugadores fueron visitados por el sacerdote castrense Jorge Mardones junto al comentarista deportivo José Vera, realizando una oración en conjunto con el plantel.

De forma respetuosa, todos los jugadores del Bravo participaron de la actividad, "creo que es el momento en el que San Marcos y muchos de nosotros nos hemos olvidado de Dios y es por eso que fuimos para dar gracias y que los acompañen en esta situación en la que se encuentran; ellos no solo están vistiendo la camiseta, sino que nos están representando en todo Chile y si pierden la categoría, quedarán cesantes y el fútbol joven desaparecerá", comentó Vera.

Dar fuerzas

Por su parte, el capitán Nicolás Peranic, quien recibió un crucifijo por parte del padre Mardones, comentó sobre este acto que "la fe trasciende religiones y creencias, fe tenemos todos y es lindo que la gente esté pendiente; nosotros también creemos que la fe está hasta lo último, nos dio una charla más que religiosa, fue de motivación, fue un grato momento; mis compañeros se lo tomaron con mucho respeto, todo es bienvenido para que nos ayude a sumar y nos dé fuerza para luchar. Obviamente no estamos echando la suerte a la fe o a la virgen, es un marco de referencia que uno tiene y en un momento límite que estamos viviendo ayuda a seguir creyendo en uno".

El equipo seguirá sus entrenamientos, incluso en la semana de descanso del 18 de septiembre.