Vecinos solicitan ayuda social para abuelitos con Parkinson
Viven solos, les han entrado a robar y no tienen a nadie quien los ayude en sus labores diarias. Debido a sus fuertes convulsiones es peligroso que realicen tareas como cocinar, manipular agua hervida o ducharse.
Debido a un robo del cual fueron víctimas hace 2 meses, la junta vecinal Nro 5 "Paesam" de la población San José, se enteró de las condiciones en que viven María y Jorge Inostroza, dos hermanos de 70 y 68 años que viven en el pasaje Pachama afectados gravemente por el mal del Parkinson.
Juan González, presidente de la Junta Vecinal "Paesam", explica que se comunicó con Dideco para ir en ayuda de sus vecinos y con la Seremi de Desarrollo Social.
Gracias a esta gestión, actualmente en la casa de los hermanos Inostroza un trabajador de la oficina municipal de Aseo y Ornato se encuentra realizando arreglos del baño como instalación de cerámica y colocando apoyos para que se afirmen en caso de emergencia.
María Inostroza cuenta que también ha recibido ayuda de anónimos, quienes les han colaborado con la pintura para que pinten su casa, materiales para la instalación de cerámica, una ducha teléfono y hasta una radio que le llevó un joven motoquero, según comenta agradecida.
Correos
Ella recuerda con nostalgia que trabajó 27 años en Correos de Chile. "Era una persona totalmente sana y feliz, trabajé toda mi vida y ahora míreme cómo estoy, esto es algo que nunca imaginé. Uno nunca sabe cómo va a terminar. Me da tristeza porque quienes me vieron en esa época la verdad es que no me reconocerían ahora. Fui supervisora y mi hermano era músico, él tocaba muy hermoso la guitarra".
Cuenta que la enfermedad les llegó de pronto y que no poseen antecedentes familiares de Parkinson. Después del fallecimiento de su mamá en 2003, su hermano Jorge comenzó a sentir los primeros síntomas del Parkinson, eso ya hace 18 años. María asegura que ella lleva 9 años con esta enfermedad la cual le impide realizar las labores cotidianas de un hogar.
"Ya no puedo cocinar porque la última vez que lo hice me caí y me rompí la nariz. Del consultorio Bertín Soto vienen a vernos cada cierto tiempo. El año pasado venían kinesiólogos, después ya no siguieron viniendo. Ahora creo que ya es tarde para tratamientos o rehabilitación porque ya el daño es muy grande, a pesar de que tomamos remedios. No me siento en condiciones de retomar algún tratamiento".
La ex trabajadora del Correo explica que su hermano no puede participar en la entrevista porque se encuentra en cama muy afectado por el avanzado estado del Parkinson.
Hermanos solteros
Relata que ninguno de los dos se casó ni tuvieron hijos y que tienen un solo familiar en Arica. "Éramos 7 hermanos de los cuales fallecieron 2 y de los 5 hay uno en Antofagasta y otro en La Serena, son mayores que nosotros así que es muy difícil para ellos viajar. Tenemos un hermano que vive en Arica y tiene 84 años, por lo mismo se le hace muy difícil venir a ayudarnos porque no puede realizar mayores esfuerzos, a pesar de eso nos retira los remedios y la leche en el Cesfam Bertín Soto".
Sobre sus comidas diarias, María Eugenia dice que le paga a un vecino para que les lleve el almuerzo todos los días y que su vecino de al frente es quien los ha asistido en situaciones de emergencia como por ejemplo, cuando se han caído o les han entrado a robar.
"Hay gente muy mala en esta vida, imagínese que quieran aprovecharse de nosotros y venirnos a robar cuando apenas tenemos cosas. Vivimos con lo justo. Estamos muy agradecidos con la ayuda que nos han dado, con la junta de vecinos. En ese sentido estamos felices".
Aunque María es enfática en destacar que no necesitan otra ayuda del tipo material, las fuertes convulsiones que sufre ya no le permiten realizar acciones tan simples como servirse una taza de té, ya que es peligroso que ella sola manipule elementos como agua hervida.
Quienes quieran contactarse con ella para ofrecer algún tipo de ayuda social, su número es el 9 7 349 6903.