Tips para que parejas separadas logren una buena convivencia
Expertos advierten que los papás deben acordar claramente con quién pasarán los niños las fiestas, dejar que el hijo opine cuando vaya creciendo, respetar los procesos de cada uno y no dar señales que puedan prestarse a confusión.
Camila Espinoza López
Las fotografías del distendido encuentro entre Benjamín Vicuña y sus hijos, su novia Eugenia "China" Suárez", su ex Carolina "Pampita" Ardohain y el tenista Juan "Pico" Mónaco, causó sorpresa en Argentina, luego de la polémica separación del actor chileno y la modelo argentina.
La escena fue bautizada por algunos medios como "Felices los cuatro", pero según dijo Vicuña después, no es extraño para una pareja separada encontrarse y mantener la cordialidad, ya que tienen hijos en común.
Efectivamente, las parejas separadas deben llegar a una serie de acuerdos respecto de la crianza de los niños, en que el interés de los hijos debe ser prioridad.
Decisiones que pueden ser más desafiantes en estas semanas, en que se debe decidir con qué progenitor, por ejemplo, se pasará la Navidad y el Año Nuevo.
Acordar las visitas
Yilda Quintanilla, docente de la Escuela de psicología de la Universidad de Las Américas, afirma que es fundamental que los padres lleguen a consensos sobre los días en que cada uno estará con los niños: "Lo importante es el acuerdo; que padre y madre logren acordar un sistema de visitas".
Una opinión similar tiene Edmundo Campusano, psicólogo y académico de Universidad Mayor: "El mensaje profundo es que cada papá está armando su vida. Lo que no está cambiando es que siguen siendo padres. Como papá, tengo el mismo amor y las mismas ganas de pasar la Navidad contigo, pero este año le toca a la mamá y el otro a mí. O quizás me toca a mí de nueve a 11".
Que el hijo opine
Quintanilla afirma que, a medida que los hijos van creciendo, los progenitores también deben considerar su opinión y puede ser el adolescente quien acuerde con ellos la distribución de los festejos.
Recalca que se debe tener cuidado con no presionar al hijo y obligarlo que él decida, por ejemplo, quién quiere que lo acompañe en ocasiones relevantes, como su graduación escolar. No se les debe "poner en jaque" ni tampoco competir por la preferencia del niño u adolescente, dice.
Respetar los tiempos
La experta añade que al tomar ciertas decisiones sobre a quién invitar a un evento de fin de año, se debe evaluar cómo se ha llevado el proceso de la separación, y el tiempo que ha implicado este cambio.
"La separación es un proceso y cada niño va vivir un proceso independiente. Si me separé recién y llegó con otra pareja, obviamente eso va a ser impactante para el niño", dice la especialista.
Campusano concuerda en la importancia de respetar las etapas de este proceso: "Si una pareja está recién divorciada, llevan menos dos años y están en tránsito de separarse, yo recomendaría ser coherente con eso, y no hacer como si fuera un proceso simple y entonces pasemos la fiesta juntos y juntémonos todos como familia".
En el caso opuesto, el experto plantea que "si esta pareja lleva muchos años separada, han logrado rearmar su vida cada uno, los niños no han pagado ninguna consecuencia y entienden que cada uno tiene su vida, quizás se pueden juntar a celebrar y no hay ninguna consecuencia".
En este sentido, se pueden sumar a las parejas actuales de cada progenitor a las diferentes reuniones, pero lograr una relación cordial dependerá, en gran medida, del tiempo y del trabajo que realicen los padres con ellos y sus hijos. "Todo depende de la etapa evolutiva de cómo ha desarrollado la aceptación cada pareja. En promedio, eso no demora menos de dos a tres años", dice el experto.
Las señales
Quintanilla plantea que mantener una sana convivencia y que los padres se hagan presentes en la vida del niño es importante, pero hay que preocuparse de no dar señales equivocadas en reuniones familiares.
"Hay que tener cuidado porque los niños siempre van a tender a recrear la familia que se rompió. Lo importante es la claridad y la coordinación como padres", dice la docente.
Añade que lo mejor sería manifestarle de forma explícita al niño que la reunión familiar tiene que ver con pasar tiempo con él, y no con retomar la relación amorosa con la expareja.