825 ariqueños tienen demandado a Boliden Mineral en Suecia
Casi tres años lleva el juicio que un grupo inicial de 707 ariqueños realizan con apoyo de la Fiscalía del Medio Ambiente (FIMA) y la ONG estadounidense Eviromental Defender Law Center (EDLC) en contra de la empresa sueca Boliden, la cual ordenó a Promel que se encargara de sus desperdicios en Arica. El número de demandantes subió a 825 y se han presentado cientos de pruebas en el caso aceptado por el juzgado de Skelleftea en Suecia y que busca un reconocimiento e indemnización para quienes han sufrido consecuencias en su salud por la exposición a polimetales.
Declaración de testigos
El antropólogo Rodrigo Pino, quien es uno de los cinco testigos del caso, dijo que tanto los abogados de Chile como los de Estados Unidos estiman que a final del año "quizás haya una sentencia definitiva". Ahora el caso está en la presentación en la declaración de testigos, los cuales son cinco: el alcalde Salvador Urrutia por realizar la denuncia del caso cuando era diputado en 1997, un químico de la universidad Tarapacá que realizó las muestras en el mismo año, dos ex trabajadores de Promel y Rodrigo Pino, antropólogo quien ha investigado el tema por 11 años.
Boliden se objetó
La empresa sueca desde el principio del juicio ha dicho que no se hace responsable de las víctimas afectadas por polimetales. En su página web cuentan con una declaración con fecha 20 de enero de 2014 que dice que "Boliden Mineral piensa que las acusaciones carecen de fundamento y se oponen a reclamos. Boliden Mineral no ha actuado negligentemente en relación con las ventas a Promel por lo que es imposible que Boliden Mineral pudiera predecir consecuencias posteriores de esos eventos. Por otra parte, sería improbable que los residuos metálicos entregados por Boliden Mineral sean la causa de los niveles incrementados de arsénico en los 707 individuos particulares". Tras esta declaración entrega una serie de datos con los que se desliga de su responsabilidad con los residuos, como por ejemplo diciendo que entre 1984 y 1985, representantes de Boliden visitaron las instalaciones de Promel y "estaba muy bien situado, tanto geográfica y climáticamente, para minimizar cualquier riesgo de medio ambiente y la salud. Promel había obtenido todos los permisos requeridos por las autoridades chilenas". La empresa ha seguido su defensa con cuestionamientos. Rodrigo Pino dijo que la empresa demandada objetó a 50 demandados porque había una incoherencia entre el domicilio y las fechas de toma de muestra de arsénico, se hizo la rectificación y la empresa insiste en el caso de 6 demandantes y por eso las estamos buscando".
Francisco Ferrada, abogado en Fima, dijo que Boliden mandó los desechos sin tomar providencia respecto a la empresa receptora (Promel) y su capacidad técnica para tratar el material, "además nunca pidieron ninguna comprobación de que efectivamente el material pasó por tratamiento".