El padre de Gary y Kevin Medel llegó hasta Arica para estar un par de días junto al jugador de San Marcos. Ya en el Carlos Dittborn dio la receta para que sus hijos salgan tan buenos para el fútbol, como lo es el 'Pitbull' que hoy juega en el Inter de Milán y la Roja.

Luis Medel es tan crack como sus dos hijos futbolistas, ya que su preocupación y rigurosidad como padre le permitieron pavimentar el camino firme para que el Pitbull no se tropezara con nadie en Conchalí.

Con Gary convertido en una figura del fútbol mundial su preocupación hoy es Kevin Medel, el ex Universidad Católica que se abre un espacio en el profesionalismo de la mano de San Marcos de Arica.

De partida Luis Medel cuenta que para formar a sus hijos "en el hogar había el mismo desayuno que toman todos los chilenos, el desayuno del tigre. Igual les cuidábamos las dietas y todo eso. Eso sí le impusimos la disciplina desde pequeño, al Pitbull teníamos que ir a sacarlo de las pichangas en la noche. Tratábamos que no se metiera con gente que no le correspondía, de repente el Gary se nos arrancaba y teníamos que ir a buscarlo con mi señora.Yo creo que hay que ser constante para que un hijo salga adelante en el fútbol".

Agregó que "cuando lo acompañábamos a los entrenamientos con mi señora decíamos con que jugara en un equipo de Tercera éramos felices, pero después se fue superando cada día más hasta lo que es hoy en Italia, eso sí nunca lo retamos delante de sus compañeros o técnico".

Medel padre dice que no tiene club preferido y afirma que "hoy soy de San Marcos de Arica y del Inter, pero desde chico que acompaño a mis hijos al San Carlos de Apoquindo y la verdad que nunca pensamos que iba llegar tan alto en el fútbol profesional. Gary es un jugador que se mete mucho en la cancha, pero cuando sale de ella es tan hermano, hijo y padre como cualquiera".

Luis Medel explicó que en más de una ocasión lo sacó de los videos y "siempre lo andábamos sacando de los lugares malos; de repente no quería entrenar y lo obligábamos a ir, siempre lo vigilábamos, fuimos muy constantes con él hasta que maduró y comenzó a caminar solito bien". J