Horrible final del hombre que daba su alma por los camiones
El 13 de julio último, y justo en la misma fecha en que el mundo entero tenía los ojos puestos en la final de la Copa del Mundo, Gerardo Antonio Pérez Pardo se emocionaba hasta las lágrimas tras el festejo sorpresa de sus hijos por su cumpleaños 53.
Hubo harto baile, mucho brindis y hasta un grupo de tunas llegó a la casa familiar de la Población San José. Sería la última celebración que reunió al transportista con sus cuatro hijos, siete nietos y demás integrantes.
La noche del lunes, y mientras el hombre reparaba un camión recién llegado a Arica antes de emprender rumbo a Bolivia, la máquina cedió y fue aplastado entre el neumático y la parte trasera de la cabina.
A pesar de la llegada de Carabineros del Cuadrante 5 y de ser trasladado hasta el hospital, el hombre murió a las 20.26 horas, por un trauma severo de tórax.
Según el capitán de la Siat, Hernán Rozas, 'la víctima intentó descongestionar los pulmones de aire en el sector de los frenos, apoyando su cuerpo entre las ruedas y el guardafango de la máquina, momentos en que ésta cedió y terminó por aprisionarlo', detalló.
Para Juan, Patricia, Gerardo e Iván (sus cuatro hijos), el hombre 'se fue en lo que le gustaba hacer. A él le encantaba todo lo que era reparar camiones, vehículos, sus autos. O sea todo el mundo tuerca', comentaban ayer.
'El domingo nomás estaba feliz, porque había ganado 2 a 1 por el club en que jugaba en la Liga Andina, y anoche (lunes) nos llevamos esta noticia. En todo caso, si usted ve, son hartos los que han llegado a darnos el pésame, ya sea deportistas, tripulantes, transportistas, etcétera'.
- Claro, en gran parte porque su gran sueño, que nuestro hermano menor se titulara, ya está por cumplirse. Y porque a pesar de estar apenados por la partida, sabemos que estará cerca de nuestra madre, que se fue hace dos años. J